El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el miércoles que no tenía intención de reunirse con los representantes ruso y chino en el encuentro de ministros de Exteriores del G20 en Nueva Delhi, marcado por las profundas divisiones sobre el conflicto en Ucrania.

En esta cumbre del grupo de las 20 mayores economías del mundo, será la primera vez que el secretario de Estado estadounidense y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, estén en la misma sala desde la cita del G20 de julio pasado en Bali.

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Blinken ya dijo que no se reuniría ni con Lavrov ni con el ministro chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang.

"No tengo planes de ver a ninguno de los dos en el G20", dijo a los periodistas en Uzbekistán antes de viajar a Nueva Delhi, aunque afirmó que participará en los grupos de trabajo con el
los.

Esta reunión sigue a la de los ministros de Finanzas el sábado en Bangalore, en la que no lograron un acuerdo sobre una declaración final por las divergencias en torno a Ucrania.

China y Rusia fueron los únicos integrantes del grupo que no avalaron los párrafos del documento referidos a "la guerra en Ucrania".

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Pero esta vez, Washington confía en que esta cumbre confluya en una declaración que refleje "la mayoría, sino la abrumadora mayoría del G20, que sigue oponiéndose a la guerra de Rusia", dijo un alto responsable del Departamento de Estado.

Lavrov llegó el martes por la noche a India, un país que no ha condenado la guerra, y aprovechará la reunión del G20 para criticar a las potencias occidentales, según el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.

Según Moscú, los países occidentales quieren "vengarse por la inevitable desaparición de los mecanismos de dominio de sus manos", indicó en un comunicado.

"Las políticas destructivas de Estados Unidos y sus aliados han puesto al mundo al borde del desastre, causaron un retroceso en el desarrollo socioeconómico y agravaron la situación de los países más pobres", agregó.

Globo "espía"

Las relaciones entre Estados Unidos y China también están en un momento de tensión.

Estados Unidos derribó el 4 de febrero un supuesto globo espía chino sobre su costa oeste, lo que llevó a que Blinken cancelara una visita a China, denunciando una "inaceptable violación de la soberanía estadounidense y del derecho internacional".

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Pekín negó que se tratara de un globo espía, alegando que era una aeronave destinada a la investigación climática.

El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, "urgió a Estados Unidos a cambiar de curso, reconocer y reparar el daño que su uso excesivo de la fuerza causó a las relaciones sino-estadounidenses", según la agencia de noticias estatal Xinhua.

Blinken se reunió con Wang en Alemania, donde lo llamó a evitar suministrar "apoyo material" a Rusia para su guerra, como se ha especulado en Washington, aunque China niega tal intención.

Blinken tiene previsto reunirse el viernes con sus homólogos del grupo Quad, integrado por Estados Unidos, Japón, Australia e India, y que muchos ven como un baluarte frente a China en la región Asia-Pacífico.

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Según el ministerio japonés de Relaciones Exteriores, la cita confirmará "el compromiso con el fortalecimiento de un orden internacional libre y abierto basado en la ley".

India en aprietos

El G20 está formado por 19 países y la Unión Europea (UE), y abarca el 85% de la economía mundial y dos tercios de su población.

India quiere que su presidencia del bloque se centre en temas como el alivio de la pobreza y las finanzas para hacer frente al cambio climático, pero la guerra en Ucrania parece dominar la agenda.

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Nueva Delhi comparte la preocupación de las potencias occidentales por China, pero también es un gran comprador de armas rusas y ha aumentado sus importaciones de petróleo ruso.

India tampoco ha condenado la invasión a Ucrania, aunque el primer ministro, Narendra Modi, le dijo el año pasado al presidente ruso, Vladimir Putin, que estos "no son tiempos para una guerra".