Un nuevo estudio climático ha revelado patrones preocupantes de deshielo en la Antártida, basados en registros de hace más de 20 millones de años. La investigación, publicada en la revista Nature Communications, destaca periodos de fusión rápida de la capa de hielo, mostrando lo que los expertos han denominado un “pulso irregular” en el comportamiento de este ecosistema polar.
El informe, en el cual los geocientíficos dirigidos por la Universidad de Leicester y la Universidad de Southampton, exponen este preocupante hecho, ha puesto en alerta a los expertos sobre el “pulso irregular” de la Antártida, que está mostrando signos de un deshielo más rápido de lo esperado.
“Los cambios climáticos pasados terminaron rápidamente con algunas de las primeras eras de hielo antárticas y provocaron grandes cantidades de derretimiento. ‘Rápidamente’ está en escalas de tiempo geológicas, no tan rápido como podemos esperar que suceda durante el cambio climático moderno”, afirmó el Dr. Tim van Peer, autor principal del estudio, expuesto por el medio Notimérica.
El estudio se basa en un análisis de datos climáticos y geológicos de la región antártica, lo que ha permitido a los científicos rastrear las variaciones en el comportamiento de la capa de hielo a lo largo de millones de años. Este fenómeno de fusión repentina pone en evidencia la vulnerabilidad de los ecosistemas antárticos, que podrían verse alterados a gran escala si los ritmos actuales de deshielo continúan.
Los hallazgos tienen implicaciones significativas para el cambio climático global, ya que el deshielo en la Antártida contribuye al aumento del nivel del mar, lo que podría afectar a millones de personas en las costas del mundo. Los investigadores advierten que, si bien la causa principal de este deshielo es el cambio climático inducido por el ser humano, el estudio de los patrones históricos ayudará a comprender mejor cómo evoluciona este fenómeno en la actualidad.
Este descubrimiento resalta la urgencia de abordar el cambio climático y proteger los ecosistemas más frágiles, como la Antártida, que está jugando un papel clave en el equilibrio del planeta.