El fuerte tifón Jebi que arrasó este martes la mitad occidental de Japón se ha saldado con al menos 10 víctimas mortales y 300 heridos, según las últimas cifras facilitadas hoy por el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga.
Jebi, el tifón más poderoso en llegar al país en los últimos 25 años, dejó a su paso lluvias torrenciales, desbordamientos de ríos y vientos que superaron los 210 kilómetros por hora, lo que a su vez causó cuantiosos daños materiales en edificios y vehículos.
La mayoría de las víctimas -los medios nipones hablan ya de 11 muertos- sufrieron caídas causadas por las ráfagas huracanadas o resultaron golpeados por objetos proyectados por el viento.
Las aerolíneas niponas cancelaron casi 800 vuelos entre ayer y hoy, y el aeropuerto más afectado fue el de Kansai (Osaka, al oeste del país), que resultó inundado dejando atrapadas a 5.000 personas que fueron evacuadas hoy en 25 autobuses y un ferri movilizado por los bomberos y la Guardia Costera.