Recientemente la canciller Marta Lucía Ramírez estuvo de gira por los Estados Unidos para, entre otras cosas, pedir que se considerara a Colombia como prioridad para el envío de vacunas. De igual forma, la Vicepresidenta sostuvo reuniones con varios organismos internacionales, entre ellos la Organización de Estados Americanos, donde Ramírez afirmó, inicialmente, que no veía necesaria la visita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hasta que los organismos internos como la Fiscalía, la Defensoría y la Contraloría terminaran sus investigaciones sobre posibles violaciones a los derechos humanos en las marchas del paro nacional.
No obstante, la posición de la Canciller dio un giro de 180 grados cuando dijo que Colombia estaba lista para la visita de la CIDH y que era potestad de esta adelantar la audiencia que tenía el 29 de junio en el país.
Con esto, el Gobierno de Iván Duque demuestra nuevamente la improvisación que lo ha caracterizado a nivel internacional. En la elección presidencial de Estados Unidos en el 2020, varios líderes del partido de gobierno decidieron apoyar abiertamente a Donald Trump.
Mientras la senadora María Fernanda Cabal hacía videos y escribía artículos en medios como “Periódico Debate”, en el que criticaba a Biden y apoyaba la reelección de Trump, el expresidente Uribe celebraba el triunfo de María Elvira Salazar, representante a la Cámara por el Distrito 27 de la Florida. Aunque, según afirma el embajador en Estados Unidos, Francisco Santos, el presidente Iván Duque nunca expresó su preferencia de candidato, este tampoco le pidió prudencia a sus copartidarios, poniendo en riesgo la relación bipartidista con Estados Unidos.
En una entrevista en Blu Radio, Santos aceptó que la interferencia por parte de congresistas del Centro Democrático en la elección presidencial del 2020 en EE.UU. afectó la relación bilateral y, aunque parece que esta se ha ido reparando, es llamativo que aún no se haya dado una conversación entre Iván Duque y Joe Biden.
Según el asesor de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González, Biden llamará “en algún momento” al Presidente colombiano. Ahora, está claro que la relación entre estos países se seguirá manteniendo dado que es fundamental para los intereses nacionales de ambos países. Sin embargo, es llamativo que antes de hablar con Biden, el Gobierno buscó reunirse con Marco Rubio o conversar telefónicamente con Lindsey Graham, ambos senadores del partido Republicano, lo cual demuestra una clara preferencia del gobierno de turno.
Finalmente, es importante tener en cuenta que la gira de Ramírez fue productiva. Ella se reunió con el Secretario de Estado, Antony Blinken, con quien tocó temas tan variados como la vacunación, la reactivación económica, el paro nacional, entre otros. De igual forma, se logró persuadir al gobierno estadounidense que Colombia se encuentra entre los países prioritarios para la llegada de vacunas de AstraZeneca que Estados Unidos no está utilizando.
Por consiguiente, el Gobierno debe entender que, en estos 14 meses restantes, su función debe estar centrada en fortalecer la relación bipartidista con los Estados Unidos. De lo contrario, Colombia perdería un aliado estratégico y vería aún más disminuida su posición internacional.
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