Se cree, sin pruebas seguras, que el evangelio atribuido a Marcos fue el primero que se escribió.

En ese texto se inspiraron Mateo y Lucas. El atribuido a Juan o sus discípulos es muy diferente.

En Marcos 6,30-34 se lee que Jesús invita a sus discípulos a descansar en un sitio retirado.

“Porque eran tantos los que iban y venían que no les quedaba tiempo ni para comer”.

Las personas terminan llegando a ese sitio, y Jesús ve a toda esa gente. Es bello lo que hace:

“Sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles”.

Eso era Jeshua, amor puro e incondicional, bondad, compasión absoluta y sabiduría ilimitada.

Donde brilla la compasión, se acaba la dureza y se esfuman los juicios y la fría indiferencia.

@gonzalogallog