Este puede ser un nuevo refrán: “Dime cuáles son tus hábitos, y yo te diré quién eres”.

Un hábito se crea con la práctica y, de tanto repetir, los actos se convierten en una actitud.

Los actos son pasajeros, pero cuando los repites, entonces surge un hábito que es permanente.

Fumar unos pocos cigarrillos es un riesgo de que, con el tiempo, tengas el mal hábito de fumar sin parar.

Hacer ejercicio ocasional no sirve de mucho, lo bueno es tener el buen hábito de ejercitarte con regularidad.

Amarte es erradicar los hábitos dañinos, y cultivar los hábitos que te ennoblecen.

Las palabras claves para lograrlo mejor son disciplina, dedicación, práctica, persistencia y entrenamiento.

La sabia elección es amarte, valorarte, cuidarte y tener hábitos como meditar y ser consciente.

@gonzalogallog