El viaje de la vicepresidenta Francia Márquez a África ha sido causas de todo tipo de polémicas. Algunos aseguran que el viaje es costoso y no dará frutos, otros afirman que este viaje es otra demostración del despilfarro por parte del gobierno de la vicepresidenta Márquez y el presidente Petro. No obstante, en mi opinión, la gira de Francia Márquez por los países africanos es un acierto para Colombia, y muestra un interés serio y pragmático por expandir las relaciones internacionales del país.
Antes de hablar de los logros del viaje y el potencial de las relaciones que busca establecer la vicepresidencia, hablemos de la Cancillería. Colombia desde que María Ángela Holguín dejó el cargo, no ha tenido un ocupante de cartera con una agenda y visión clara del futuro de las relaciones internacionales del país. Entre 2018-19, la principal apuesta de la Cancillería liderada por Carlos Holmes Trujillo fue el cerco diplomático a Venezuela. Esta estrategia fue un rotundo fracaso. No sólo se agravó la crisis humanitaria en el país vecino por el aislamiento internacional, sino que el gobierno Duque abdicó su responsabilidad con los ciudadanos colombianos en Venezuela al cerrar los consulados. Al fin y al cabo, la principal función de los consulados son velar por los intereses de los ciudadanos colombianos en el país que se encuentran. Al cerrarlos, el gobierno Duque desamparó a miles de conciudadanos en el vecino país.
En noviembre del 2019, ante el lamentable fallecimiento de Carlos Holmes Trujillo, el presidente Duque nombró a Claudia Blum como Canciller de Colombia, cargo que ostentaría hasta mayo del 2021. Durante este tiempo, el liderazgo de Blum como ministra de Relaciones Exteriores brilló por su ausencia. Lo más destacado durante su gestión fue una conversación con Francisco Santos,donde criticaban la labor del canciller Trujillo por su falta de estrategia y el pobre papel de Guillermo Botero como ministro de Defensa. Igualmente, discutían sobre cómo el Departamento de Estado de Estados Unidos estaba destruido.
Entre mayo del 2021 hasta el 7 de agosto del 2022, la Cancillería de Colombia fue liderada por la entonces vicepresidenta Martha Lucía Ramírez cuya labor fue condicionada por el hecho que a su gobierno le quedaba un poco más de un año. Por consiguiente, los logros en materia internacional durante los cuatro años de Duque fueron limitados.
Durante el gobierno Petro, el canciller Álvaro Leyva se ha caracterizado más por hacer nombramientos erróneos en consulados y embajadas, como el de Moisés Ninco Daza, Santiago Guanumen o Karen Natalia Carvajal, que por logros, agendas o estrategias concretas. Es aquí donde Francia Márquez acierta con su viaje al África. Acuerdos como los memorandos de entendimiento entre cámaras de comercio de Bogotá, Buenaventura, Chocó, Tumaco, San Andrés, Providencia y Santa Catalina con la Cámara de Comercio e Industria de Sudáfrica y la entidad de comercio e inversión de KwaZulu-Natal son fundamentales para la diversificación de relaciones internacionales y de actividad económica en el país.
Igualmente, la promoción de intercambios educativos y culturales entre Colombia y Sudáfrica, al igual que con Kenia son esenciales para la diversificación de la política exterior. Aunado a esto, la profundización de la cooperación Sur-Sur, en temas económicos y ambientales, puede otorgarle al país un mayor margen de maniobra en el plano internacional y brindarle al país una ventana de oportunidad de liderazgo entre los países del sur global.
En otras palabras, adelante Francia Márquez, la diversificación de las relaciones internacionales es un camino importante para el desarrollo de Colombia.