Por considerar que se trata de la descripción más lúcida de lo que vive una persona que tiene una depresión severa, presento nuevamente el caso del escritor William Styron, más conocido por ser el autor de ‘La decisión de Sofía’. Pero es en su libro ‘Esa visible oscuridad’ donde describe en detalle y con una impactante narrativa, el infierno que vive una persona con depresión severa.
El cuadro depresivo de Styron empezó a los 60 años. Le tomó muchos meses darse cuenta que algo grave le estaba ocurriendo. Que a una mente tan perceptiva le hubiera tomado tanto tiempo darse cuenta de la patología que lo estaba carcomiendo, da fe de la dificultad que tienen las personas con depresión para identificar lo que les pasa cuando inician el tortuoso camino de esta enfermedad.
El libro de Styron nos recuerda que siempre hay alternativas y salidas, incluso, para las personas con depresión severa o para quienes han estado muchas veces dominados por la sensación de que no van a salir del agujero negro en el que se encuentran. Pero también es importante resaltar la enorme importancia del apoyo de una familia comprensiva y amorosa durante estos períodos.
Styron describe varias barreras para superar la enfermedad:
*El alcohol que sume a las personas en una euforia fantasiosa que por momentos falsamente tranquiliza. Pero también describe la forma como el uso del alcohol engaña al enfermo al no permitirle una visión clara de su dolencia y lo hunde en un infierno aún más destructivo. Esta situación caótica, impide el tratamiento y aumenta el riesgo suicida que aumenta la desesperanza.
*La desesperanza, al ver que los tratamientos toman, a veces, mucho más tiempo del esperado para actuar.
*La ignorancia y la irresponsabilidad de los enemigos de la psiquiatría, quienes niegan que la depresión sea una enfermedad y acusan a los psiquiatras de querer manipular y “drogar” a la gente.
Styron salió adelante gracias a los profesionales que tuvieron a cargo el caso y al amor y dedicación incondicionales de su esposa que no lo abandonó ni un instante, durante todos los meses que duró este suplicio.
Al respecto del tratamiento para la depresión es necesario insistir en varios puntos críticos:
*Es en la mayoría de los casos muy efectivo.
*La recuperación es la regla, no la excepción.
*Mejora la probabilidad de éxito del tratamiento que el paciente y la familia crean en el tratamiento.
*Ayuda que los profesionales tratantes no se den por vencidos frente a los casos más difíciles, y al mismo tiempo sean flexibles para modificar la orientación terapéutica cuantas veces sea necesario en aquellos casos en los que no se ven los resultados desde el comienzo.
*La inmensa mayoría de los pacientes de depresión se recuperan después de un tiempo y solamente unos pocos son refractarios al tratamiento.
*Lo fundamental es documentarse, actuar, no perder la esperanza y no prestar atención a los falsos profetas, pues estos, basados en su ignorancia sobre el tema y en sus miedos inconfesables a la locura, se oponen al tratamiento.