La semana pasada se terminaron de inscribir los candidatos y candidatas a las próximas elecciones regionales, por lo que a ciencia cierta ya sabemos quiénes estarán en la contienda para ser los próximos alcaldes y gobernadores de nuestra región. Empieza la contienda electoral y tendremos la posibilidad de conocer en detalle las propuestas de quienes quieren dirigir nuestro territorio. Cada aspirante querrá diferenciarse del otro y buscará convencer a la mayor cantidad de ciudadanos de que son la mejor opción. Seguro habrá discusiones para lograr marcar esa diferencia, sin embargo, la invitación es que sean discusiones de ideas y no de enfrentamientos personales y menos que generen más polarización.
Las personas que quieren liderar nuestra región deben dar ejemplo y esto debe empezar desde la campaña. No pueden olvidar que él o la que termine ganando será el mandatario de todos los habitantes de su municipio o departamento (los que votaron y no votaron por él o ella). Por esto, la invitación es a hacer una campaña activa, intensa, que discuta los problemas de fondo de nuestras ciudades y departamentos y no una de descalificaciones, escándalos inventados y juzgamientos. Este país no necesita más polarización y división, necesitamos unirnos para trabajar en los asuntos importantes que traigan bienestar a todos los ciudadanos.
Esto no significa que no podamos conocer las personalidades de los candidatos, ni que no se deba conocer temas de sus hojas de vida que sean relevantes. Al fin y al cabo, la política es de emociones y se necesita confiar en quien nos va a gobernar. Sin embargo, queremos candidatos más preocupados por mostrarnos lo bueno que tienen para trabajar por el desarrollo de nuestro territorio, que estar contando lo malo del otro.
Para el caso de Cali, los asuntos importantes están sobre la mesa. La iniciativa ‘Cali para mí’ nos dio una ruta muy clara. Los caleños quieren caminar por las calles con tranquilidad, quieren justicia y quieren mayor presencia de la fuerza pública. También quieren que sus hijos tengan calidad educativa, con docentes más capacitados y fortalecimiento de las competencias básicas en matemáticas, lenguaje y ciencias. Quieren mejores vías, un MÍO mejorado y el Tren de Cercanías contratado y en ejecución del tramo Cali - Jamundí. Cali quiere estar unida, ser cívica otra vez, reconociendo y apropiándose de su diversidad, como gran fortaleza para impulsar el desarrollo.
En el caso del Valle del Cauca, la agenda de infraestructura está trazada: terminar la doble calzada Buga - Buenaventura, Mulaló - Loboguerrero, la malla vial del Valle, la modernización del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y el de Buenaventura, la profundización del dragado de Buenaventura, entre otros. En medio ambiente tenemos que seguir trabajando por la recuperación del río Cauca con énfasis en las plantas de tratamiento de aguas residuales y en los proyectos de restauración y conservación de ecosistemas estratégicos. En la dimensión social el departamento todavía tiene camino por recorrer en calidad educativa y en disminuir la deserción escolar, al igual que en la seguridad en ámbitos urbanos y rurales.
Los retos son inmensos, por lo que sería inaceptable una contienda electoral que divida y esté llena de insultos o acusaciones sin fundamento. La ciudadanía merece debates de altura que le permita saber cuál de los candidatos tiene las mejores propuestas para encontrar soluciones a los problemas de su territorio y aprovechar el potencial de esta magnífica región. Además, de ser espacios que les permitan a los candidatos demostrar que tienen la personalidad, la firmeza y la experiencia para ejercer una gestión pública con transparencia, eficiencia y una genuina vocación de servicio por los habitantes de esta región.