En febrero pasado fueron asesinadas 73 personas en Cali, lo que representa 14 casos más que en el mismo mes del año pasado, cuando el número llegó a 59 homicidios. Las muertes en lo corrido del 2025 continúan incrementándose en la ciudad y las autoridades deben actuar.

En cifras globales, los datos del Observatorio de Seguridad de la ciudad muestran que la diferencia frente al año anterior se sigue ampliando. Entre el 1 de enero y el pasado martes 4 de marzo fueron asesinadas 173 personas en Cali, es decir un aumento del 18 % si se tiene en cuenta que a esta fecha en 2024 iban 146 registros.

Al conocer estas cifras, las autoridades caleñas deben preguntarse qué se está haciendo diferente con respecto al inicio del año pasado para contener este delito de alto impacto en la ciudad. Además, es importante evaluar los resultados de los planes que se anunciaron a mitad de enero de este año para tener una intervención especial en las comunas del Oriente, pues es allí donde sigue habiendo un alza en los asesinatos.

En aquel momento, desde la Secretaría de Seguridad y Justicia afirmaron que ya tenían identificados los puntos de la ciudad donde más se presentan homicidios. Sin embargo, manifestaron que no los revelaban a la prensa para no estigmatizar estos lugares.

Pero, ¿hubo algún plan allí? ¿Se instalaron cámaras de seguridad en estas zonas o se repararon las que estaban sin funcionar? ¿Se ha hecho la misma cantidad de intervenciones policiales con oferta social que el año pasado llegaba hasta las comunas 13, 14 y 15? Esas son las preguntas que quedan en el aire y que aún no tienen respuesta de la Administración Local.

Solo este jueves, 6 de marzo, se realizará en la capital del Valle un consejo de seguridad para analizar las cifras de homicidios de febrero, tomar las medidas correspondientes y anunciarlas a medios de comunicación. La reacción debería ser más inmediata, pues si la tendencia continúa así, serán muchas más vidas las que se perderán y el objetivo de tener menos de 900 homicidios al final del 2025 estaría en riesgo de cumplirse.

Así mismo, frente a unos números que preocupan, el componente de inteligencia de la Policía Metropolitana de Cali debe intensificar las labores para identificar qué bandas delincuenciales están detrás de los homicidios o cuáles son las causas para este aumento en la criminalidad local.

El 76% de los asesinatos en Cali se cometen con armas de fuego y el 18% con armas cortopunzantes, todas ilegales. Por ello, además de las labores de inteligencia, se deben reforzar los controles policiales en todos los puntos de la ciudad y en particular en aquellos que se sabe son más críticos. Así mismo, hay que hacer cumplir las normas vigentes, como aquella que prohíbe los parrilleros hombres en las motos.

La clave está en la prevención, en unir esfuerzos y en que las autoridades locales, las de la Administración y las de los organismos de seguridad del Estado, trabajen de forma articulada. En ello también es vital una ciudadanía que colabore, informe y se mantenga vigilante de lo que sucede a su alrededor. La seguridad de Cali es asunto de todos