El 99% de los incendios forestales que se presentan por estos días en los cerros y en la zona rural de la ciudad son provocados por el hombre. Es decir, personas que de manera irresponsable inician las conflagraciones, muchas veces con el propósito de despejar terrenos para invasión, o pirómanos que encienden la vegetación para causar emergencias.

El Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que ha tenido que redoblar esfuerzos en esta temporada de altas temperaturas, conoce bien el origen de estos incendios y con preocupación, cada vez que extingue uno, debe recordarle a la comunidad la importancia de denunciar y permanecer alerta frente a cualquier movimiento o presencia extraña que pueda estar detrás de estos hechos.

En Cali, infortunadamente tenemos pirómanos, gente a la que le gusta ver el fuego en las montañas. Hay varias situaciones en las que hemos ido a los incendios y se han encontrado rastros de objetos que dieron inicio al fuego, como por ejemplo fósforos y cigarrillos. Incluso, hemos recolectado testimonios de la comunidad que nos dicen: nosotros vimos unas personas que se adentraron por allá en la maleza y luego salieron, al parecer, estaban fumando ahí”, explica John Fitzgerald Rodas, jefe de emergencias de los Bomberos de Cali.

El más reciente caso, que se observó en gran parte de la ciudad, se presentó el pasado lunes 31 de julio, muy cerca del cerro de las Tres Cruces y se extendió hasta el corregimiento de Golondrinas, afectando siete hectáreas de vegetación. Los 50 bomberos que atendieron la emergencia tuvieron que trabajar durante seis horas y revisar al día siguiente la zona, por si hubiese algún foco que pudiera reiniciarlo.

Ya el pasado 13 de julio se había registrado un devastador incendio que arrasó con 330 hectáreas de vegetación en el cerro de la vereda Los Limones, zona rural de la ciudad. El balance dejó, además, 75 especies de fauna silvestre calcinadas, 23.000 galones de agua derrochados, un relicto boscoso con nacimiento de agua a punto de secarse y 14 familias en pánico, al ver cómo el fuego se acercaba a sus viviendas, según el reporte de la Alcaldía.

Este año ya son 230 los incendios atendidos por la brigada forestal y los mismos podrían aumentar en los días siguientes, teniendo en cuenta que agosto es uno de los meses más calientes del año, además del Fenómeno del Niño que trae otras consecuencias como el aumento de la radiación, la disminución del caudal de los ríos y la disponibilidad del recurso hídrico para consumo humano, por lo que se aconseja hacer un uso responsable del mismo en el hogar.

Frente a este panorama, es necesario reforzar las recomendaciones de la Secretaría de Gestión de Riesgo y de los bomberos, como no realizar fogatas, paseos de olla, quemas y otras actividades que puedan iniciar el fuego. Además, en caso de observar alguna anomalía que pueda ocasionar un incendio, llamar a las líneas 123 y 119.

El cuidado de los cerros es responsabilidad de todos, más aún cuando hay quienes atentan contra los recursos naturales.