Las previsiones económicas para el 2023 se cumplieron en general. Desaceleración pronunciada e inversión a la baja, así como altas tasas de interés que afectaron tanto el crédito público como privado, representan el panorama general. Las perspectivas no muestran un mejor 2024, mientras la incertidumbre seguirá siendo la constante, en parte por las reformas y decisiones que pueda adelantar el gobierno de Gustavo Petro.
Con números negativos en los dos últimos trimestres, lo más seguro es que al 31 de diciembre se cumplan las expectativas planteadas para este año de un crecimiento por debajo del 1 % en la economía nacional. Si bien era un panorama previsible por la contracción mundial, se tenía la esperanza de que a Colombia le fuera mejor debido a los resultados positivos del 2022.
No fue así. La inversión se cayó este año, en particular en renglones que siempre mueven el empleo como la construcción de vivienda e infraestructura. Y la culpa no fue solo por la situación generalizada o por la decisión del Banco de la República de subir varias veces las tasas de interés, entre otras razones para frenar la galopante inflación que llegó a niveles no vistos desde 1999.
Como lo reclamó el presidente Petro en el ‘conclave’ de la semana anterior con sus ministros, la baja ejecución presupuestal del Gobierno Nacional, que se extendió también a las administraciones territoriales, influyó así mismo en la contracción de la economía nacional. Ello unido a la poca confianza del empresariado sobre el futuro de la Nación, entre otras razones por los proyectos que cursan en el Congreso y que tendrán impacto en el país, como la reforma laboral, la pensional e incluso la de salud, influyó en la situación actual.
Hay, sin duda, aspectos positivos como la reducción de la inflación que será este año de un dígito, pero que aún está por encima del promedio latinoamericano, excepción hechas de Argentina y Venezuela. Y se logró en el segundo semestre estabilizar y mejorar la tasa cambiaria, con lo cual se le dio un alivio a la deuda externa. Asimismo, se logró disminuir la tasa de desempleo, que pese a ello sigue alta al cerrar el 2023 y se espera que se ubique cerca al 11,6 % en el 2024.
El panorama para el próximo año es aún impredecible y la incertidumbre se mantiene en diferentes sectores económicos, entre otras razones por las decisiones políticas que tome el actual Gobierno Nacional. Se espera que el Emisor continúe bajando los intereses, como comenzó ya a hacerlo en el último mes, y que con ello se reactive el crédito de consumo que es factor fundamental para ayudar a la reactivación.
No, en términos generales a la economía colombiana no le fue bien en este 2023 y está muy por debajo de otras fuertes de América Latina, así el Primer Mandatario insista en lo contrario. Tampoco es muy halagüeña la perspectiva para el 2024, cuando los más optimistas ubican el crecimiento entre un 1 % y un 1,2 %, similar a la de este año. Todo dependerá de que los factores externos no empeoren y de que el Gobierno Nacional dirija a buen puerto a la Nación.