Desde Madrid, España, el expresidente Andrés Pastrana, le anunció a un grupo de poco más de 200 conservadores que sí promoverá en Colombia una coalición de derecha que para las elecciones del año 2018 tenga como propósito cambiar lo alcanzado en los acuerdos con las Farc.

"La mala intención del golpe de estado de Juan Manuel Santos y las aún denominadas Farc, que ustedes tan dramáticamente analizan y denuncian, quedó en evidencia plena cuando el señor Presidente rechazó el ramo de olivo ofrecido generosamente por las mayorías victoriosas del NO, reiterando así como sus aliados a los enemigos de Colombia: la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico, la dictadura", dice en una carta que les envió.

Sumado a ese grupo de conservadores, la respuesta de Pastrana se da también ante la invitación que le hizo en tal sentido (hacer una coalición), el expresidente Álvaro Uribe, quien en la convención del Centro Democrático así lo planteó a inicio de mayo.

Para Pastrana la elección del próximo año, “como ninguna otra, tiene como garantía de nuestro triunfo el veredicto reciente de las urnas y el desmoronamiento posterior del régimen al quedar en claro que todas las 'mentiras' de la campaña son una triste y totalitaria realidad. Los colombianos son hoy testigos de excepción de las consecuencias de lo rechazado por el pueblo con su voto. La coalición del NO está viva y marcha monolítica por el cambio. No hay en ella resquicio alguno”.

Plantea que "...los conservadores, como parte esencial de la coalición del próximo gobierno, vamos a garantizar una paz real para Colombia. Sin seudojueces. Con un poder legislativo independiente. Con un Ejecutivo equilibrado. Con la recuperación, para todos los colombianos de los territorios asolados cuyo poder político y control territorial se le entrega a sus verdugos. Con la restauración de la democracia y el rechazo a la dictadura. Los conservadores nunca le hemos temido a la reincorporación de los combatientes ni a su participación política con plenas garantías por parte del estado. Lo que no admitiremos es la entrega de la constitución y la Justicia a quienes han desangrado a Colombia. Ni el narcotráfico como fuente de financiación de un proyecto político o la asimetría en los compromisos".

La carta de Pastrana

Estimados amigos y amigas:

El mensaje sobre la situación de Colombia para el que ustedes me han escogido como destinatario estando marginado de la vida política me honra profundamente. La calidad personal, intelectual y moral de quienes lo suscriben, y la densidad del contenido del documento son motivo de reflexión y preocupación. Pero a la vez son guía para la acción política que las nuevas generaciones del conservatismo asumen con miras a la restauración de una nación institucionalmente arrasada tras el desconocimiento de la voluntad popular expresada en las urnas.

La mala intención del golpe de estado de Juan Manuel Santos y las aún denominadas Farc, que ustedes tan dramáticamente analizan y denuncian, quedó en evidencia plena cuando el señor Presidente rechazó el ramo de olivo ofrecido generosamente por las mayorías victoriosas del NO, reiterando así como sus aliados a los enemigos de Colombia: la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico, la dictadura.

A menos de un año de la elección presidencial que ha de devolver a Colombia al cauce de la democracia, debemos ser optimistas. Esta elección, como ninguna otra, tiene como garantía de nuestro triunfo el veredicto reciente de las urnas y el desmoronamiento posterior del régimen al quedar en claro que todas las 'mentiras' de la campaña son una triste y totalitaria realidad. Los colombianos son hoy testigos de excepción de las consecuencias de lo rechazado por el pueblo con su voto.

La coalición del NO está viva y marcha monolítica por el cambio. No hay en ella resquicio alguno. Las bases populares del Partido Conservador han sido y serán fundamentales y decisivas en sus triunfos. Así como una vez le quitamos el país de las manos al Cartel de Cali se lo arrancaremos, en menos de un año, de las garras a las Farc.

Sin ánimo de revancha los conservadores, como parte esencial de la coalición del próximo gobierno, vamos a garantizar una paz real para Colombia. Sin seudojueces. Con un poder legislativo independiente. Con un Ejecutivo equilibrado. Con la recuperación, para todos los colombianos de los territorios asolados cuyo poder político y control territorial se le entrega a sus verdugos. Con la restauración de la democracia y el rechazo a la dictadura.

Los conservadores nunca le hemos temido a la reincorporación de los combatientes ni a su participación política con plenas garantías por parte del estado. Lo que no admitiremos es la entrega de la Constitución y la Justicia a quienes han desangrado a Colombia. Ni el narcotráfico como fuente de financiación de un proyecto político o la asimetría en los compromisos.

Los jefes de las Farc no pueden gozar impunemente el producto de sus sangrientas fechorías sin reparar a sus víctimas. Sin entregar todas las armas y desmontar efectivamente todas las estructuras mafiosas antes de pretender participar con ventajas excepcionales en política. Colombia es un nación generosa y amante incondicional de la paz que ha sido asaltada en su buena fe en La Habana y en las urnas.

Hoy, desde las márgenes de la lucha política, veo y siento un partido conservador, el amigo eterno de la paz, vivo y vigoroso, que se ha manifestado en las urnas sin las ataduras de las maquinarias políticas plegadas al régimen de Santos y las Farc. El conservatismo de la gente que dijo NO en todas las circunscripciones de los caciques entregados a Santos y su dictadura. Ese conservatismo de las bases volverá crecido a las urnas que le robaron, en la misma coalición multiplicada por el triunfo, el próximo mayo. Para salvar la democracia colombiana de la corrupción y la dictadura que, montadas sobre el fraude a la elección de octubre pasado, han dinamitado nuestras instituciones. Copartidario y amigo,

Expresidente Andrés Pastrana