El expresidente Álvaro Uribe volvió a declararse inocente de los delitos de soborno y fraude procesal, luego que la justicia le negara nuevamente una solicitud de aplazamiento del inicio del juicio en su contra.
”No hay riesgos de que me vaya a declarar culpable”, dijo Uribe, quien quizo explicar su decisión, pero la juez del caso no se lo permitió. Con su intervención inició formalmente la etapa de juicio.
La solicitud de aplazamiento había sido presentada por parte del abogado, Jaime Granados, en la que proponía que el proceso se inicie el 17 de febrero de 2025, argumentando la necesidad de un tiempo razonable para el análisis exhaustivo de las pruebas recientemente admitidas y garantizar la seguridad del acusado y su equipo legal.
Se refiere a la admisión de las interceptaciones telefónicas que se hicieron en su contra y en las cuales dialoga con su entonces abogado, Diego Cadena, por parte del Tribunal de Bogotá.
En el recurso de apelación, la defensa del exmandatario y el delegado del Ministerio Público objetaron la validez de las interceptaciones telefónicas que fueron realizadas en 2018 a un teléfono erróneamente atribuido al representante a la Cámara Nilton Córdoba Manyoma, en el marco de una investigación relacionada con el escándalo del Cartel de la Toga.
Las conversaciones interceptadas, que en realidad correspondían al expresidente Uribe y su abogado Diego Cadena, fueron posteriormente utilizadas en la medida de aseguramiento ordenada en 2020 por la Corte Suprema de Justicia y en la acusación presentada contra Uribe en mayo de 2024.
La defensa del expresidente argumentó que las interceptaciones fueron realizadas de manera ilegal y violaron el principio constitucional del derecho al secreto profesional entre abogado y cliente.
Argumentos con los que no estuvo de acuerdo el Tribunal, quien argumentó que las interceptaciones telefónicas son acordes a lo que establece la ley, garantizando así la protección de los derechos Álvaro Uribe Vélez. Además, la calificó de “estéril”.
Y es ahí donde entra la nueva solicitud de Granados, que no fue compartida por la Fiscalía, la Procuraduría y las víctimas, pero tampoco por la juez del caso, quien ordenó iniciar con la aceptación de cargos o no de Uribe, y la teoría de la Fiscalía.
El proceso comenzó en 2018, con una investigación que la Corte Suprema adelantaba contra el senador Iván Cepeda, luego de un debate de control político convocado por el político de izquierda.
Cepeda reveló testimonios de ex paramilitares que señalaban a Uribe por supuestos nexos con esos grupos armados ultraderechistas, principalmente en Antioquia.
En medio de esta investigación, los testigos comenzaron a retractarse, pero uno de ellos, Juan Guillermo Monsalve, manifestó por escrito que recibía presiones. La Corte en sus pesquisas descubrió que ese era un patrón que se presentaba en varias declaraciones, así que archivó su indagación contra Cepeda e inició una contra Uribe.
La Sala de Instrucción de la Corte Suprema siguió su curso, llamó a Uribe a indagatoria en 2019 ante el magistrado César Reyes y en agosto de 2020 ordenó detener al exsenador de manera preventiva en su residencia.
El paso siguiente era acusarlo, pero antes de que eso ocurriera Uribe renunció al Congreso, así que su expediente pasó a la Fiscalía.
Contrario al alto tribunal, la Fiscalía intentó cerrar el caso. La primera solicitud llegó por cuenta del entonces coordinador de fiscales delegados ante la Corte, Gabriel Jaimes, jefe de Villarreal, y la segunda, por el fiscal Javier Cárdenas.
Dos juezas le negaron la preclusión a Jaimes y Cárdenas, quien apeló y recibió otra negativa del Tribunal de Bogotá. Una vez se dio el cambio de fiscal solo la puerta del juicio quedó abierta para el expresidente.
Además de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, la Fiscalía en la última audiencia anunció que también lo investigara por el delito de soborno.
Ese delito está vinculado al caso de la exfiscal condenada Hilda Niño, a quien al parecer se le habría ofrecido un soborno por parte del abogado Cadena.
Información de Colprensa.