El embajador de Washington, Luis Gilberto Murillo, habló al cruce de versiones de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos frente a la supuesta solicitud de los norteamericanos de construir un muro en el Tapón del Darién.
El presidente Gustavo Petro aseguró desde Nueva York que hubo una solicitud de Estados Unidos para construir el muro, que Colombia habría rechazado. Frente a esto, John Kirby, asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, aseguró que no tiene conocimiento sobre el supuesto planteamiento.
Kirby en una rueda de prensa afirmó: “No conozco una petición de estas hecha por este gobierno. Lo que podría decirte es que continuamos trabajando con socios en la región para hacer lo que podamos hacer para reducir el flujo de migrantes del sur al norte, manejados por traficantes”.
Según Murillo: “El presidente Gustavo Petro en su discurso se refirió a un muro en sentido figurado. Dijo: ‘Nos han pedido desde aquí, el poder político de este país, que tapemos el tapón, como si eso fuera fácil, que construyamos una especie de muro para que no pase la gente hacia los Estados Unidos’”.
Además, aseguró que el funcionario estadounidense no desmintió al presidente colombiano: “En primer lugar, porque no había nada que desmentir y segundo porque lo que dijo fue: ‘No tengo conocimiento de ninguna solicitud de algún tipo de muro o barrera física’”.
Incluso, Murillo resaltó que Kirby dijo no estar al tanto con lo dicho por el mandatario colombiano desde Nueva York. El embajador concluyó que el presidente Petro fue “tomado fuera de contexto”.
“Él se refería exactamente a medidas para evitar el paso por el Tapón del Darién de cualquier migrante irregular, cuando se sabe que no contamos con los recursos suficientes. Por eso le pedimos más apoyo a Estados Unidos y a la comunidad internacional, dado que la responsabilidad es compartida y diferenciada”, indicó Murillo.
Panamá aumentará deportaciones y reducirá estadía de turistas
El gobierno de Panamá incrementará las deportaciones y construirá infraestructura en la inhóspita provincia de Darién para contener a los migrantes como parte de una serie de medidas dirigidas a frenar el flujo migratorio récord por esa peligrosa jungla.
El plan también incluye acciones en los aeropuertos y la reducción a 15 días del periodo para la permanencia de turistas en el país en lugar de los 90 días actuales. A su vez se aumentará a 1.000 dólares por persona la exigencia de solvencia económica para entrar al país, que hasta ahora era de 500 dólares.
La directora de la Autoridad Nacional de Migración, Samira Gozaine, dijo en una rueda de prensa que el incremento de las deportaciones será posible gracias a la autorización presidencial para contratar vuelos chárter. “Para que se sienta el impacto requerido (en la reducción de la migración) aumentaremos estas deportaciones”, dijo la funcionaria en una rueda de prensa.
Gozaine destacó que las medidas que se aplicarán en los aeropuertos no serán para todos los extranjeros, ni para nacionalidades específicas, sino que el personal de seguridad hará entrevistas y tendrá la potestad de decidir a quiénes las aplica.
Panamá se ha visto abrumada por un flujo de migrantes sin precedentes que cruzan la peligrosa jungla del Darién y que ha rebasado la capacidad del país centroamericano para atenderlos pese a los esfuerzos de las autoridades de seguridad por controlar la migración ilegal y enfrentar a los grupos organizados que trafican migrantes en la selvática provincia fronteriza con Colombia.