Una investigación realizada por la senadora María Fernanda Cabal y su equipo de trabajo dejó en evidencia el manejo que el presidente Gustavo Petro le ha dado a la diplomacia de Colombia, asegurando que esta le ha servido “para compensar favores políticos, una práctica que había criticado de manera vehemente en el pasado”.
A través de varias publicaciones en redes sociales, la congresista compartió los hallazgos. Uno de ellos es el gasto anual al que ascienden las diez nuevas embajadas del país en Guyana, Barbados, Nueva Zelanda, Arabia Saudita, Palestina, Senegal, Etiopía, Angola, República Checa y Rumania.
El valor es de $ 18.397 millones, “esto sin contar costos de salarios, primas de los embajadores y demás, así como los honorarios”, expresó Cabal en un trino en su perfil de X.
A esto se suma la gestión adelantada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, con la cual fueron creados 125 nuevos cargos divididos en el despacho principal, los Jefes de Misiones Diplomáticas y las Oficinas Consulares.
La parlamentaria agregó que “los 125 nuevos cargos en la diplomacia de Petro implican un costo anual de $ 51.808 millones. El derroche de dineros públicos de Petro es absoluto, mientras proponen otra reforma tributaria para sacarle más plata a los colombianos”.
Estos dos rubros escalan el gasto hasta los $ 70.205 millones por año.
Cabal Molina demostró, con documentos de la Cancillería, que el gasto de la entidad en materia de personal ya alcanzaba los $ 543.591 millones en mayo del año pasado. Asimismo, al consolidar el gasto por vigencia, indicó que el Ministerio desembolsó en total $ 570.252 millones para el pago de sus empleados en 2023, mientras que para este año la cifra es de $ 673.723 millones.
El aumento año a año del gasto del Ministerio de Relaciones Exteriores, solo por el personal, fue de $ 103.471, “un aumento del 18,14 %. Las cifras son escandalosas”.
Cuestionan los nombramientos
La congresista por el Centro Democrático le dio un capítulo aparte en su investigación a las personas que el presidente Gustavo Petro ha decidido asignar en embajadas, consulados y otros cargos diplomáticos, aseverando que el Jefe de Estado ha engañado a los colombianos.
Por ejemplo, se permitió citar a El Tiempo para mostrar cifras de un estudio hecho por ese medio en 2023, en el que concluyeron que 28 de los 53 embajadores que ya habían sido designados oficialmente en ese momento no tenían carrera diplomática ni cumplían los requisitos, cifra equivalente a un 54 % del total.
También mostró el caso particular del exsenador y exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien hoy funge como representante diplomático de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Cabal mostró un comunicado que emitió Unidiplo, la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular, que se autodefine como el “único sindicato gremial de la Cancillería”.
En la carta de esta entidad se evidenciaría que Benedetti no era apto para ser nombrado como embajador ante la FAO por no cumplir con los requisitos del cargo, pero aún así, fue designado por Petro. Los requisitos transgredidos son: no dominio de otro idioma diplomático, no tener conocimientos técnicos sobre agricultura y alimentación; y no haber mostrado capacidades diplomáticas en su anterior puesto en Caracas, Venezuela.
Otros polémicos nombramientos relacionados son:
- Moisés Ninco Daza, embajador de Colombia en México “sin tener carrera profesional”.
- Sebastián Guanumen “(correr la línea ética)”, embajador en Chile.
- Camilo Romero, exgobernador de Nariño, en Argentina.
- León Fredy Muñoz, exrepresentante a la Cámara, embajador ante Nicaragua.
- Roy Barreras, exsenador, ahora embajador ante el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
- Irene Vélez, exministra de Minas y Energía, cónsul general en Londres.
- Juan Manuel Corzo, excongresista, embajador ante Paraguay.
En conclusión, la senadora expresó por medio de un comunicado que “la discrepancia entre las promesas de campaña y las prácticas de gobierno en la Cancillería generan nuevos cuestionamientos hacia la Administración de Petro, (...) un tema que merece atención”.