El presidente Gustavo Petro señaló al Gobierno de Estados Unidos de pedir la construcción de un muro para frenar el paso de migrantes por la peligrosa selva del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá. Durante su encuentro con la comunidad colombiana en Nueva York, ciudad a la que viajó para participar de la Asamblea de Naciones Unidas, el mandatario habló sobre esta peligrosa ruta.

“Nos han pedido desde aquí, del poder político de este país, que tapemos el Tapón del Darién, como si eso fuera fácil, que construyamos una especie de muro para que no pase la gente hacia los Estados Unidos”, expresó Petro.

El jefe de Estado advirtió que esta selva se convirtió en “un eje neurálgico del éxodo humano”, por lo que es clave trabajar en conjunto. En ese sentido, señaló que Estados Unidos debe contribuir a ponerles fin al paso de migrantes venezolanos, haitianos y cubanos por esta ruta.

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“Ordenar la migración es fundamental y debe ser un acuerdo con los Estados Unidos, cupos establecidos de migrantes, para poner mano de obra y que se reúnan las dos necesidades: la de querer trabajar aquí y la necesidad de que haya trabajo aquí”, aseguró el presidente.

Según Petro, la creciente problemática de la migración debe trabajarse en toda América Latina, por lo que será uno de los principales temas de su agenda en Estados Unidos esta semana. Tiene que ser un espacio de diálogo con el poder político de los Estados Unidos en todas sus versiones. No es con caballo, no es con látigo ni con el perro como se detiene la migración”, añadió.

“La migración no va a cesar si no hay prosperidad. Si lo que hay es pobreza y se pierde agua por la crisis climática, si se bloquean sociedades enteras lo que van a llegar aquí son millones de personas”, afirmó. En cambio, dijo, “si desbloquean a Venezuela no pasará la gente por el Tapón del Darién. Desbloqueen ese país, permitan que las medicinas lleguen, que la comida llegue”.

De acuerdo con la explicación de Petro, cuando esto ocurra incluso Colombia se vería beneficiada, pues podría comercializar los productos que se cultiven en el territorio. En su discurso hizo mención del acuerdo nacional al que aspira llegar para alcanzar “una mayor equidad” y dejar atrás los hechos negativos que han marcado la historia.

”Ojalá lograr que en diez años, cuando ustedes recorran el país y vayan a establecerse de nuevo con sus hijos o sus nietos, nuestros campos destilen vida y no miedo o terror, que muchos de ustedes sufrieron antes de seguir el camino del exilio”.

Alarmantes cifras

Las imágenes que circulan en las redes son impactantes. Ríos de personas de todas las edades, y de más de 50 países, entre la selva huyéndole al destino. Es como si en seis meses todos los habitantes de los municipios de Tuluá y Andalucía, en el centro del Valle, hicieran maletas y se marcharan.

Una situación dramática que se agudizó en las últimas semanas, y en la que miles de personas atraviesan el país desde distintos puntos fronterizos para llegar al Tapón del Darién y cruzar hacia Panamá, para atravesar Centroamérica y llegar a Estados Unidos.

Estimativos del Gobierno colombiano señalan que, en lo corrido del año, entre 2.000 y 3.000 personas, en promedio, inician cada día la peligrosa aventura desde Necoclí (Antioquia) y Acandí (Chocó). Riesgos que no solo representa la hostilidad del terreno, sino la presencia de organizaciones armadas y de delincuencia común.

Migrantes de diferentes países atraviesan la densa jungla a través del Tapón del Darién. | Foto: Reuters - Fundación Thomson Reuters / Autor: Fabio Cuttica

Los relatos de quienes logran llegar a Panamá, luego de una o dos semanas de travesía, hablan de personas agonizando entre el barro, mujeres abusadas sexualmente, gente atacada por animales y migrantes despojados de sus pertenencias por asaltantes.

Pero incluso antes de llegar al Tapón del Darién, los migrantes, en su mayoría de América Latina, África y Asia, son víctimas de otros abusos como explotación laboral ilegal, trabajos forzados, prostitución en mujeres y menores de edad o instrumentalización por bandas dedicadas al microtráfico. Actividades a las que deben acceder por la falta de dinero para seguir alimentando el sueño americano.