El pasado 25 de diciembre, un niño de 8 años ingresó a la Clínica San Luis de Bucaramanga, que había sido trasladado desde el departamento del Cesar, con un traumatismo en su pie izquierdo. Según el médico Cristian Ordóñez Ramírez, el menor llegó en estado crítico, con afecciones graves, respiratorias y neurológicas. A primera vista, los médicos identificaron un proceso “infeccioso avanzado que rápidamente derivó en un shock séptico”.

El niño habría muerto por complicaciones con una bacteria. | Foto: getty

Inicialmente, el niño fue intervenido quirúrgicamente debido a la gravedad del traumatismo. Sin embargo, su condición empeoró y presentó síntomas ocasionados por una bacteria agresiva en su organismo, lo que obligó a una segunda intervención quirúrgica. A pesar de los esfuerzos médicos, la infección progresó sin respuesta al tratamiento, llevándolo a un estado crítico que culminó en su fallecimiento.

De acuerdo con los familiares del menor de edad, antes de ser trasladado a la clínica, el niño fue atendido inicialmente por un sobandero tras sufrir la caída. Este detalle ha despertado preocupaciones, ya que, según especialistas pediátricos, dicho retraso pudo haber afectado el acceso oportuno a una atención médica adecuada, complicando su cuadro clínico y reduciendo sus posibilidades de recuperación.

Medicina legal será quien defina la causa de muerte del menor para las autoridades determinar el futuro de este caso. | Foto: A.P.I.

Por su parte, las autoridades han iniciado una investigación para determinar las circunstancias que rodearon el caso, incluyendo el impacto del retraso en la atención médica y la posible relación de la bacteria u otros factores en este trágico desenlace.

La comunidad médica y social lamentó profundamente la pérdida del menor de edad y recalcó la importancia de acudir a servicios médicos especializados de manera oportuna ante cualquier emergencia que se presente.