Obtener la visa estadounidense puede ser un procedimiento complejo y angustiante, pues no se tiene certeza si se tendrá suerte en el proceso o, al contrario, el interesado deberá separar una nueva cita.
Esto, sin contar que son varios los documentos que deben ser presentados en la embajada estadounidense, al igual que los formularios que deben ser llenados para que un cónsul decida si la visa es aceptada o rechazada para el solicitante.
Uno de los formatos que es revisado por el funcionario es el formulario DS-160, el cual incluye motivos del viaje, destino, recursos financieros y trabajo del interesado, por esa razón, si dicha persona es desempleada tiene pocas probabilidades de que la visa sea rechazada.
Incluso, dicho formato tiene una sección para anotar el ingreso mensual que recibe el solicitante, así como la empresa para la que trabaja. Estos apartados son revisados por el oficial consular y, sobre ellos, le realiza preguntas al interesado durante la entrevista.
Del mismo modo, la Ley de Inmigración y Nacionalidad establece, en su sección 214 (b), que puede negarse la visa estadounidense a solicitantes que no demuestren “lazos suficientemente fuertes con su país de origen”.
Con “lazos fuertes”, según explica el Buró de Asuntos Consulares del Departamento de Estado, la ley se refiere a “un trabajo, hogar y relaciones con familiares y amigos”.
Al respecto, el portal Travel.State.Gov. afirma que “al realizar entrevistas de visa, los oficiales consulares examinan cada solicitud individualmente y consideran las circunstancias, los planes de viaje, los recursos financieros y los vínculos del solicitante que se encuentran fuera de los Estados Unidos, lo que garantizará la salida del solicitante después de una visita temporal”.
Cabe mencionar que la visa de turista es la que puede ser rechaza para los solicitantes, caso contrario a la visa de trabajo, en la cual pueden tener más posibilidades de adquisición.