Cali - Cop16
Cristian Samper, el colombiano que dirige la bolsa gigante de dinero para salvar la Tierra, el Fondo Bezos
Cristian, cuya historia de vida está anclada a Cali, estará en la ciudad durante la COP16.
Por Santiago Cruz Hoyos - Editor de Crónicas y Reportajes
La historia de Cristian Samper, el colombiano que dirige el Fondo para la Tierra del magnate y filántropo Jeff Bezos, el fundador de Amazon, está anclada a Cali. En la ciudad disfrutaba sus vacaciones durante su infancia.
— Yo crecí en Bogotá, pasé buena parte de mi adolescencia yendo a los páramos como Chingaza, mientras mi papá (Armando Samper) trabajaba en Cali. Él fue el primer director del Centro de Investigación de la Caña, Cenicaña, y estuvo muy vinculado con el CIAT, por eso yo iba con frecuencia al Valle del Cauca.
Cristian estudió biología en la Universidad de Los Andes. El contacto con los páramos y los bosques le definió el destino.
— Soy como un niño que nunca crece, un enamorado desde siempre de la naturaleza.
Hizo un doctorado en la Universidad de Harvard, y su trabajo de tesis lo realizó en La Planada, Nariño, donde entendió que pese a los artículos científicos que publicaba, la tragedia ambiental del país no se detenía.
— Llega un momento en el que uno decide no solo estudiar lo que está ocurriendo, sino hacer algo para solucionarlo. Cuando regresé a Colombia, tuve la fortuna de volver a Cali, liderando el programa ambiental de la Fundación FES. Y en ese proceso es cuando el país, después de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, decidió crear el Ministerio del Medio Ambiente, las corporaciones regionales y el Instituto Humboldt, como un instituto científico para apoyar la toma de decisiones. Fui su primer director. El resto es historia. He trabajado en la ciencia y el medio ambiente y ahora tengo el privilegio de estar con Jeff Bezos y ver cómo podemos usar recursos de filantropía para buscar soluciones y acelerar los procesos de transformación del planeta, porque el tiempo está pasando. Tenemos esperanza. Nunca hemos tenido tanta información y soluciones al alcance, pero necesitamos acelerar ese proceso.
¿Qué es el Fondo Bezos para la Tierra que usted dirige?
Es un fondo anunciado en 2020, cuando Jeff Bezos analizó cuáles eran los temas más importantes para la humanidad. En su anuncio se comprometió a invertir diez mil millones de dólares para apoyar temas ligados al cambio climático y la protección de la naturaleza. Es un fondo filantrópico, y estamos haciendo donaciones alrededor del mundo en estos temas, incluyendo algunos de los asuntos que se van a hablar en la COP16, en Cali.
¿Cuáles son los proyectos más representativos que apoya el Fondo?
Hay varios, pero uno es una iniciativa que anunciamos en 2021, apoyando lo que se llama el 30 por 30: la meta de proteger el 30% del planeta para el 2030. Es un propósito ambiciosa que posteriormente, en 2022, fue adoptado como una meta de Naciones Unidas. Estamos hablando de duplicar las áreas protegidas terrestres, cuadruplicar las áreas marinas, pero hay que implementarlo.
Otra iniciativa grande en la que trabajamos es en temas de alimentación, cómo podemos mejorar la productividad en los sistemas de ganadería y reducir los impactos ambientales en términos de disminuir la presión sobre los ecosistemas, la deforestación, así como bajar las emisiones de metano, algo en lo que trabajamos junto con el Ciat.
Y un tercer proyecto le apunta a acelerar el proceso de transición a energías renovables. En el Fondo Bezos lo que queremos es proteger lo que nos queda, restaurar lo que hemos perdido y transformar la forma en que vivimos con énfasis en los sistemas de alimentación y los sistemas de energía.
¿Qué iniciativas apoya en Colombia?
Tenemos dos proyectos, uno precisamente con el CIAT: Semillas del Futuro, el nuevo banco de semillas, un banco de talla mundial, no solo para conservar las semillas sino para contar con la capacidad informática para hacer análisis y determinar cómo usamos la gran riqueza genética y biológica que existe en un banco de semillas para temas de alimentación y para reducir los impactos ambientales.
Otro proyecto se llama Herencia Colombia, busca fortalecer la financiación del sistema de Parques Nacionales y las áreas protegidas. Invertimos 20 millones de dólares en esta iniciativa en conjunto con el gobierno y otros socios.
¿Cómo funciona el Fondo?
Nos enfocamos en temas y regiones que consideramos estratégicos. En conservación usamos tres criterios: áreas de alta importancia en biodiversidad, áreas de alta importancia en términos de carbono y sitios donde creemos que existe la voluntad política para avanzar. En ese sentido, una de las regiones que identificamos desde el comienzo fueron Los Andes Tropicales, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y una vez identificada la región, identificamos quiénes son los aliados que están trabajando allí y financiamos proyectos. En los 4 países de Los Andes financiamos 120 organizaciones.
En la COP16 se discutirá un compromiso asumido en la COP15: conservar el 30% de suelos y océanos. ¿Qué tan lejos está el mundo de alcanzarlo? ¿Cómo está Colombia
Colombia ha avanzado mucho. Es un país muy visionario en esto. De hecho, el país está por encima del 30 por 30, ha tenido avances en los últimos años en el tema marino. Lo importante no solo es declarar las áreas como protegidas, sino manejarlas bien. Porque todos sabemos que tenemos parques de papel, áreas declaradas como protegidas, pero necesitamos fortalecer la capacidad de gestión para que esa protección sea efectiva.
Precisamente el proyecto Herencia Colombia está diseñado para fortalecer la gestión de las áreas protegidas en Colombia. Apoyamos el trabajo de Parques Nacionales para fortalecer su capacidad, su infraestructura, el personal, también el proceso de consulta con las comunidades locales porque al final, si las comunidades alrededor de estos parques protegidos no están comprometidas, y no se benefician de las áreas que se conservan, no se van a tener los resultados que se esperan.
Creemos también que hay soluciones tecnológicas que pueden mejorar la eficiencia y el manejo de estas áreas. Estoy hablando, por ejemplo, del uso de sensores remotos para ver dónde están los focos de deforestación. Uno de los proyectos que estamos trabajando a nivel global consiste en el monitoreo de los bosques. Esa información puesta en las manos de una autoridad competente o de una comunidad local permite identificar dónde están las amenazas y tomar los recursos para confrontarlas.
¿Qué se sabe de lo que está pasando en Amazonas, con la sequía?
Hay grandes problemas no solo en la amazonía en Colombia, sino en Ecuador, en Perú, en Brasil, donde se han registrado más de 800 incendios. Estamos sintiendo los impactos del cambio climático. El calentamiento global está impactando los patrones de lluvia y eso genera que hayan zonas más secas, y esas zonas secas y esos ríos bajos afectan la ecología de los ecosistemas.
Lo que tenemos que hacer es, por un lado, solucionar los problemas de cambio climático, que es parte de lo que estamos trabajando en el Fondo Bezos, y por el otro cómo planificar, detectar y prevenir los incendios forestales en el Amazonas. Hemos venido fortaleciendo la capacidad de algunas brigadas tanto de autoridades nacionales como de pueblos indígenas. Una de las grandes preocupaciones que tenemos hoy en día es que el Amazonas puede estar en un punto en el que, si se deforesta mucho, comienza a impactarse el ciclo hidrológico y al alterarse el ciclo hidrológico, podemos comenzar a ver bosques cada vez más secos. Es como un espiral que va para abajo.
¿Qué hacer ante ello?
Una de las medidas clave es conservar la mayor área posible de bosque, buscar alternativas económicas para las comunidades que viven en esos lugares y a partir de esto proteger y salvar al Amazonas. Es una meta muy ambiciosa, y siento un compromiso político de Brasil y de Colombia. Sin embargo es una solución que requiere de los ocho países de la cuenca.
Hay una propuesta del presidente Petro de cambiar deuda de los países por proyectos para cuidar el medio ambiente. ¿Es viable?
Es una propuesta que vale la pena analizar. Vemos que la deuda de muchos países se ha subido, sobre todo durante la pandemia, y creemos que sí hay mecanismos para refinanciar deuda. En Ecuador el año pasado se refinanció un programa muy grande, cambio de deuda comercial, para conservación del área marina de Galápagos. Se refinanciaron 1600 millones dólares. Ecuador terminó ahorrando 1000 millones de la deuda, y el saldo se puso en un fondo de conservación que genera utilidades que ayudan a la protección del sistema marino. Esto no va a funcionar en todos los países, pero creo que es una de las herramientas financieras que vale la pena mirar.
Y hay otras propuestas. Brasil propone un mecanismo global de conservación de bosques, en el que básicamente la idea es crear un fondo que le pague a los países con base a resultados. Los países que logren disminuir su tasa de reforestación, obtendrán un pago por conservar los bosques. Es una propuesta que se va a presentar en la COP16 en Cali.
¿Qué podemos hacer como ciudadanos frente al cambio climático?
Todas las decisiones que tomamos a diario tienen un impacto sobre el cambio climático. Por ejemplo, nuestras dietas: qué comemos, cómo comemos, son decisiones que tenemos que analizar. Hoy en día una tercera parte de las emisiones de carbono están ligadas con la agricultura. Otro problema es la ganadería, sobre todo cuando no se hace de manera adecuada. Más del 30% de la superficie del planeta está utilizada para ganadería y otras especies pecuarias. No se trata de dejar de consumir, pero sí tratar de consumir mejor.
Otro elemento muy serio es del desperdicio de alimentos. Una tercera parte de los alimentos a nivel mundial se desperdician. O revisar temas de transporte, cómo nos movemos, qué tipo de alternativas hay. Una ciudad como Cali puede cambiar los sistemas de transporte y reducir el uso del carro, que genera emisiones.
Y el tema de la energía eléctrica, cómo la usamos. Hoy en día la energía solar tiene grandes avances, Colombia tiene una matriz importante de energía hidroeléctrica. Ya estamos viendo ciudades donde uno puede optar por comprar energía limpia, esas son decisiones que tomamos todos los días.
¿Qué le dejará la COP a Cali?
Es la reunión más importante en términos de biodiversidad a nivel mundial. Calculamos que la de Cali es la COP más grande que ha habido hasta hoy. No hay duda de su importancia política, global. ¿Qué le representa a Cali? La certeza de que la ciudad, el país, tienen que acelerar la transición en temas como el transporte, el reciclaje, el uso del agua, el desperdicio de alimentos. Espero que la COP16 sirva para acelerar este proceso de transformación de Cali y el país.
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