Colombia
El drama de la inseguridad alimentaria que afecta a miles de niños en Colombia
Uno de cada nueve niños menores de cinco años en Colombia padece desnutrición crónica.
La inseguridad alimentaria afecta con mayor dureza a la infancia en Colombia, especialmente en hogares con jefatura femenina y en zonas rurales. En 2023, un estudio realizado por la fundación Éxito, evidencio que el 24,7% de los hogares enfrentó inseguridad alimentaria moderada y el 4,8% se encontraba en situación grave. En áreas rurales y dispersas, la crisis es aún más profunda, con índices del 31,2% y 5,7%, respectivamente.

Uno de cada nueve niños menores de cinco años en Colombia padece desnutrición crónica, lo que tiene consecuencias irreversibles en su desarrollo físico y cognitivo. La Fundación Éxito señala que la baja talla por desnutrición impacta el capital humano del país y perpetúa la pobreza.
Según el Índice de Desnutrición Crónica, los departamentos más afectados son La Guajira, Cauca y Chocó, mientras que Antioquia y Bogotá presentan mejores resultados, aunque persisten desigualdades a nivel municipal.
La infancia en riesgo
- Pobreza extrema: El 77,1% de los hogares con tres o más niños menores de 12 años están en situación de pobreza.
- Hambre extrema: En el 5,7% de los hogares, al menos una persona no tiene acceso a una alimentación adecuada.
- Costo de la alimentación: América Latina tiene la dieta nutritiva más cara del mundo, afectando a los niños con mayor severidad.

Análisis del Índice de Desnutrición Crónica
El Índice de Desnutrición Crónica es una herramienta que permite analizar la prevalencia de esta condición a nivel departamental y municipal, orientando políticas públicas y acciones de inversión. Los datos revelan que los departamentos con mejor desempeño son Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Caldas y Bogotá, mientras que La Guajira, Cauca y Chocó tienen los peores indicadores.
La desnutrición crónica tiene un impacto directo en el desarrollo económico y social del país. Los niños que sufren esta condición no alcanzan su máximo potencial en capacidades físicas y cognitivas, lo que se traduce en menores logros educativos y dificultades para acceder a empleos dignos.

Para enfrentar la crisis, la Fundación Éxito ha impulsado programas como:
- Terrazas urbanas: Producción de alimentos en hogares de madres cabeza de familia, garantizando ingresos y acceso a alimentos frescos.
- Huertas caseras: Iniciativas en comunidades rurales que han reducido la desnutrición crónica en 2,1 puntos porcentuales.
- Promoción de la lactancia materna: Estrategias que fortalecen la salud infantil y previenen la desnutrición.
La pobreza afecta con mayor severidad a los hogares con jefatura femenina, con un 37,7% en situación de pobreza en comparación con el 29,5% de hogares encabezados por hombres. Además, el 68% de los niños nacen de madres con nivel educativo máximo de bachillerato, lo que refleja la importancia de la educación y el bienestar materno en la prevención de la desnutrición.
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