Nacen cada vez menos niños en Colombia: estas son las preocupantes cifras y cómo afecta al sistema pensional

En los últimos años, varios países del mundo enfrentan un descenso en la natalidad, en especial los países con altos niveles de industrialización y desarrollo. No obstante, Colombia no se queda atrás, y de acuerdo con los recientes reportes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y un análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), entre el 2020 y 2024, el país experimentó una fuerte caída en las cifras de nacimientos.

El reporte de estadísticas revela que en esos años, nacieron 841.000 niños menos de lo previsto. Además, entre 2022 y 2023, se registraron decrecimientos en el número de nacimientos para los 32 departamentos del país y entres de ellos se evidenciaron los números más bajos, así: Guainía (-40,7 %), Vaupés (-20 %) y Amazonas (-17,8 %).

“Las caídas en la tasa de natalidad han sido mucho más pronunciadas de lo que anticipaba el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), según lo publicado en sus proyecciones de población. Desde 2020, los nacimientos registrados han sido muy inferiores a los proyectados. En promedio, entre 2020 y 2023 nacieron 145 mil niños menos de lo pronosticado por año”, expone el informe de la Anif.

Además, expone que solo entre enero y octubre de 2024, los nacimientos cayeron un 14,4 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. De mantenerse la tendencia, el año habría cerrado con aproximadamente 450.000 nacimientos, lo que representa una disminución del 13,6 % anual.

Esta disminución, según los datos del Banco mundial, la tasa de natalidad bruta a nivel global cayó 4 puntos porcentuales entre 2000 y 2019. Y según la Anif, esta situación deriva de varios factores como: el aumento del costo de vida, educación reproductiva, la participación creciente de las mujeres en el mercado laboral y la incertidumbre sobre el futuro, incluyendo preocupaciones ambientales, llevan a que muchas parejas se replanteen la decisión de tener hijos.

El impacto de esta transformación demográfica es profundo. Una población envejecida y en decrecimiento puede generar presiones sobre el mercado laboral, el sistema pensional y el crecimiento económico. “Así, en la medida en que los países se vuelven más ricos, la tasa de natalidad disminuye. Países como los del África Subsahariana tienen una alta tasa de natalidad (34,2 %) y un bajo nivel de ingreso per cápita (US$4.584 PPA), mientras que países ricos como Suiza (US$90.138 PPA) tienen una baja tasa de natalidad (9,4 %)”, se lee en el informe.

Además, la pandemia influyó en el porcentaje de disminución de nacimientos y en ahora esta problemática preocupa por las economías de los países, los cuales pueden mitigar estas medidas realizando cambios “en la percepción que se tiene sobre las capacidades de las personas mayores, así como la oferta de oportunidades para que puedan mantenerse productivos y contribuir a la actividad económica”, recomienda la entidad.

Por último, “esta disminución en la tasa de natalidad resulta entonces preocupante, porque podría tener repercusiones negativas sobre el crecimiento potencial en el futuro. A medida que la población se envejece y no hay nuevas generaciones que la releven, la fuerza laboral disminuye. Esto afecta directamente los niveles de producción del país”, sentenció la Anif.