La Bernardi y su historia, la escritora caleña Isabella Prieto Bernardi presenta su libro. Entrevista exclusiva

Isabella Prieto Bernardi ha pasado por varias salas de redacción y su pasión por contar historias la llevó a presentar su debut literario en la Feria Internacional del Libro de Cali. El País entrevistó a la escritora para conocer más de la génesis de su obra.

Si tuviera que describir su libro en una frase, ¿cuál sería?

Una obra inspiradora, en la que recupero la voz de mi familia, la italiana, la alpina, la paisa, la vallecaucana y la caleña, hombres y mujeres que sortearon infinidad de dificultades y tomaron decisiones de vida en circunstancias históricas adversas.

¿Qué hecho desencadenó la escritura de este libro?

Hace tres años inicié, en pandemia, un ejercicio de investigación, de reconstrucción de memoria familiar y reafirmación de mi identidad colombo-italiana. Guiada por la curiosidad y el método periodístico, escogí relatos que desde niña había escuchado de mi clan familiar, episodios históricos que habían cambiado el rumbo de mi familia, del mundo y de Colombia. Puse a mi mamá y a mi tía a escribir sus vivencias, revisé y escaneé álbumes y documentos familiares, tuve charlas interminables con mi gente regada por el mundo.

Fui más allá del anecdotario familiar y le di a las crónicas elementos históricos, las enmarqué en coyunturas noticiosas con la presencia de personajes claves. Investigué la realidad de cada época, me apoyé en álbumes y cartas familiares y en viejas páginas de prensa. El resultado fue el blog La Bernardi, luego, en un podcast y conversatorios, fui contando esos relatos que tuvieron una inmensa acogida.

¿Qué cuenta en el libro?

Son 24 capítulos que tienen como hilo conductor la migración, y muestra cómo dos guerras mundiales cambiaron el curso de la existencia de gente del común, pero extraordinaria a la vez. Habla de la conformación de países como Argentina a partir del aporte del migrante, y de cómo Colombia se forjó también por el arriero y el desplazado. Deja en evidencia obras visionarias que aún hoy son utopías en nuestro continente.

¿Cuál fue el principal desafío para escribir este libro y cómo lo superó?

Contar una buena historia, porque ese relato debe tener un buen inicio, un personaje que enganche, un mensaje y un final contundente. Lograrlo con cada narración no es fácil, hay que construir el entorno, documentarse, devolverse como en una máquina del tiempo y sentir en tu piel lo que se estaba viviendo. Hay que involucrarse en la historia y con el personaje para hallar su propia voz.

¿En qué hora del día escribe?

Me gustan las mañanas porque estoy alerta, y el final de la tarde cuando la brisa entra por mi ventana.

¿Cómo lo políticamente correcto influye en usted a la hora de escribir?

Lo mejor es no dejarse influenciar por las nuevas tendencias, hay que escribir con respeto por el ser humano, pero no ponerse freno. En lo que respecta al español, uno debe acatar lo que dicta la Real Academia de la Lengua. No soy de escribir: ‘todes’. Pero como escritor, hay que saltar la barrera invisible, tomar posición. Yo no soy de aguas tibias.

¿Qué satisfacción le deja leer?

Me encanta la novela histórica y si son cuatro entregas no tengo problema. He vivido diferentes civilizaciones a través de los libros, me he ido a India, Europa, España, al imperio austriaco y a la Rusia de los zares. La lectura me ha permitido estar un día en la París de los años 20 o en la India del siglo XIX.

¿Siempre quiere saber más sobre la vida del escritor que lee? ¿Qué autor le causa esa curiosidad?

Cuando uno es seguidor de escritor, quiere escucharlo y saber qué piensa sobre ciertos temas, la actualidad, las relaciones. Por eso me causa curiosidad la escritora o escritor italiano Elena Ferrante, no se sabe si es pseudónimo, si es una mujer o un hombre, hay un misterio alrededor suyo.

¿Qué percibe del auge literario en Cali?

Esta ha sido siempre una ciudad muy creativa, desde el cine, y ahora con un auge literario de nuevas voces, escritores y escritoras, editoriales independientes que están publicando productos muy bien hechos, propuestas muy interesantes, diferentes, diversas, como resultado de muchos procesos sociales y de lo que es Cali como ciudad.

¿Qué libro le hubiera gustado escribir y por qué?

Hay una obra bellísima de Marguerite Duras, El Amante, que transcurre en la Indochina colonial. Es un poema, muy erótico, pero, además, es una autobiografía. Es un libro no muy extenso, pero poético, bello y duro de leer. Me encantaría haberlo escrito.

¿Cuál es el autor que más relee?

Como periodista, a Oriana Fallaci, esta italiana provocadora que fue capaz de medírsele a los hombres y mujeres más poderosos del mundo. Y ser irreverente frente a ellos, capaz de cuestionarlos, de ponerlos contra la pared. Tiene un libro bellísimo, Un Hombre, sobre su amante griego, un líder revolucionario. Se me ha perdido y me encantaría volver a leerlo.

¿Y su cita preferida de ella?

“La libertad no tiene patria” y “me desagrada morir, sí, porque la vida es bella, incluso cuando es fea”.

¿Quién es su héroe favorito en la ficción y en la vida real?

En la ficción, Olafo, el Amargado, me encanta, es un personaje maravilloso, con unas frases... Y en la vida real, mi abuelo Antonio Bernardi, constructor italiano que a sus 22 años salió de su pueblo alpino, cruzó el Atlántico, llegó al continente americano, se hizo constructor, se especializó y creó su familia. Vivió momentos difíciles, pero con una resiliencia grande. Aún nostálgico de su país, entendió que Colombia era también su patria. Hoy, por él, nuestra familia sigue unida.

¿Qué respuesta ha tenido su obra?

El recibimiento del blog fue magnífico y se fue ampliando, me contactaron descendientes de italianos de segunda y tercera generación que viven en Brasil, Argentina, México, Perú, con los que coincidimos en el apellido, el lugar de origen de mi abuelo, o por ser inmigrantes en Latinoamérica. La Bernardi tiene una comunidad más allá de las fronteras.