Estos son los casos cuando el arrendador o propietario debe asumir los costos de pintar el inmueble

Cuando se vive en una residencia en arriendo, muchas personas desconocen los derechos y los deberes que les corresponde respecto al cuidado de la infraestructura. Por lo tanto, surgen muchas dudas cuando se trata de reparar algo que se dañó.

Uno de esos aspectos tiene que ver con la pintada del inmueble, ya que tanto los inquilinos como los propietarios se cuestionan quién debe de asumir el costo por la adquisición de las pinturas.

En primer lugar, es importante resaltar que en el Código Civil se encuentran las responsabilidades del propietario y del inquilino en cuanto al mantenimiento de un inmueble arrendado. Por lo tanto, el arrendatario tiene el deber de mantener el inmueble arrendado en buen estado. Esto incluye realizar todas las reparaciones necesarias para asegurar que el lugar sea habitable y adecuado para el uso convenido.

Mientras que el artículo 1992 determina que el inquilino debe conservar la propiedad en buen estado y devolverla en las mismas condiciones en que la recibió, exceptuando el desgaste natural por uso normal.

Dicho lo anterior, tanto al arrendador como al inquilino si les corresponden pintar la residencia, dependiendo de los siguientes casos:

Inquilino

• Daños en la pintura por causas que son responsabilidad del inquilino: En caso de que las pinturas de las paredes haya sido generado por el inquilino de manera intencional o no, él debe asumir todos los costos Estos pueden ser manchas permanentes, agujeros en las paredes o daños causados por mascotas.
• Condiciones pactadas en el contrato de arrendamiento: En algunos contratos de arrendamiento, el arrendador puede encargarle a su inquilino de pintar la residencia, ya sea al inicio o al final del contrato, o de manera periódica durante el tiempo de arrendamiento.

Arrendador

• El mal estado de la vivienda al momento de la entrega: Es compromiso del arrendador de brindar una residencia con las mejores condiciones para que sea habitable y que el inquilino lo pueda usar convenidamente.
• Daños en la pintura por causas que no son responsabilidad del inquilino: En caso de que las pinturas de las paredes se deterioren por desgastes naturales o por el paso de los años, el arrendador se encarga de repararlo.