Incertidumbre en Valle del Cauca por suspensión del programa Mi Casa Ya; más de 11.000 subsidios se entregaron en 2024 en la región

La suspensión de los subsidios de vivienda del programa Mi Casa Ya ha generado una enorme preocupación entre toda la cadena productiva del sector de la construcción, ya que esta estrategia ha sido clave para el crecimiento de la economía del país.

Particularmente para el Valle del Cauca los subsidios de este programa han sido un motor clave para estimular la compra de vivienda, especialmente para las familias de bajos ingresos, dado que más del 70% de las ventas del año 2024 fueron del segmento de viviendas de interés social, VIS.

De hecho, el departamento ha sido uno de los que más se ha beneficiado con este programa. Este año se asignaron 11.189 subsidios, lo que ha sido clave para el sector.

Ana María Castillo, directora de competitividad e internacionalización de la Cámara de Comercio de Cali, señaló que para el clúster de Hábitat Urbano esta coyuntura perjudica directamente al segmento de construcción residencial, sector que genera cerca del 10% de los empleos formales al año en Colombia.

“El Valle del Cauca fue la región más afectada hace dos años tras la disminución del número de subsidios de vivienda de interés social, lo que generó disminución en ventas de vivienda nueva en más del 70%. Dos años después, el sector aún no se recupera en su totalidad, por lo que esta decisión afectaría gravemente a la cadena productiva de la región”, dijo Castillo.

El Valle del Cauca reportó la venta de 10.609 viviendas durante los primeros once meses del año, lo que representa un aumento del 6,4% en comparación con el mismo período del año anterior. (Ver gráfico)

Este incremento posicionó al departamento con el segundo mayor crecimiento entre las principales regiones del país, impulsado principalmente por la comercialización de vivienda VIS.

El arquitecto José Javier Zapata coincide en que la decisión del Gobierno Nacional perjudica a toda la cadena productiva, que este año ha sido una de las más golpeadas.

“El programa Mi Casa Ya es uno de los mejores y hasta hace dos años funcionaba a la perfección. Ahora la incertidumbre ronda, pues no se tiene claridad sobre qué va a pasar con los proyectos que ya se tenían y con las familias que habían aplicado a ellos”, señaló.

Similar apreciación dio Luis Aurelio Jiménez, presidente del Grupo Empresarial Oikos, quien señaló que esperan que de las 200.000 unidades que se vendían cuando Mi Casa Ya estaba a ‘full’ funcionamiento, se pueda llegar a cerca de 87.000, es decir, 60% menos. Sumado a ello, agregó “el impacto sobre los empleos directos que genera el sector, será enorme, pues se verán afectados cerca de 85.000 puestos de trabajo”.

“Entendemos que el país tiene un reto presupuestal, pero como todas las empresas debe priorizar en qué va a usar ese presupuesto”, expresó Jiménez.

Asimismo, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, sostuvo que esta decisión del Gobierno es “un freno de mano para la recuperación de la economía”.

“El sector de la vivienda es altamente dinamizador del crecimiento por sus grandes encadenamientos con otros sectores como el comercio, la industria y transporte. Además, es un sector altamente generador de empleo. Tendremos 50.000 familias que no podrán acceder al subsidio y por ende tendrán dificultades para adquirir una nueva vivienda”, dijo y añadió que espera que el Gobierno Nacional pueda generar un plan que permita, al menos, otorgar una parte importante de los subsidios.

La respuesta de Camacol

Guillermo Herrera, presidente de la Cámara Colombiana manifestó su preocupación máxime si se tiene en cuenta que este ha sido uno de los programas más exitosos en términos de acceso a vivienda de interés social, VIS. “Las medidas adoptadas le dan un fuerte golpe al programa, y nuevamente generan incertidumbre tanto para los hogares beneficiarios como para el sector constructor, poniendo en riesgo logros sociales y económicos alcanzados en los últimos años”, señaló.

Aseguró que con esta decisión “más de 40.000 familias de bajos ingresos se verán afectados en su propósito de ser propietarios, a pesar de las promesas del Gobierno”.

Agregó además que “esto podría derivar en mayores desistimientos y elevaría sustancialmente los pagos de las cuotas mensuales que tendrían que asumir hogares de bajos ingresos”.

Aunque el Ministerio de Vivienda argumentó que esta medida es temporal, desde Camacol propusieron la implementación de un régimen de transición y que se gestionen los recursos necesarios para garantizar la continuidad de los subsidios y coberturas de los hogares que ya tienen compromisos adquiridos.