Julio Mario Santodomingo, una vida llena de estilo y buen gusto

El empresario colombiano murió después de soportar una penosa enfermedad a sus 87 años. Fue un exitoso industrial, visionario y filántropo, amigo de las artes.

Julio Mario Santo Domingo, uno de los de los mayores empresarios del país y considerado uno de los colombianos más influyentes del siglo XX, falleció este viernes en Nueva York a la edad de 87 años.No se informó de inmediato la causa del fallecimiento o planes para su funeral. "No hay ninguna declaración. Ahora es tarde en Nueva York y quizás mañana emitiremos un comunicado", dijo por teléfono a The Associated Press su hijo, Alejandro Santo Domingo. El empresario nació el 1 de octubre de 1924 en Ciudad de Panamá, pero vivió en Colombia. Era hijo también del industrial Mario Santo Domingo, pionero de la aviación colombiana y fundador de la Cervería Águila. Conocido como uno de los 'cacaos' o grandes empresarios y millonarios de Colombia, sus inversiones abarcaron la industria cervecera, la aeronáutica, la automotriz, la de alimentos y bebidas, los medios de comunicación, los seguros, la banca, el cine y las telecomunicaciones.Entre los negocios más importantes que hizo figura la fusión de su cervecería Bavaria, una de las compañías más grandes del país, con la empresa surafricana SAB Miller. Santodomingo fue dueño de empresas como Avianca, Radio Caracol, la compañía celular Celumovil (hoy Movistar) y mantuvo a flote uno de los diarios más importantes de Colombia en medio de una crisis financiera: El Espectador.En 2007, la revista Forbes ubicó a Santo Domingo en el lugar 132 de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna de unos 5.700 millones de dólares. Pero dejó de ser el colombiano más rico y le cedió el honor al banquero colombiano Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien con 10.500 millones de dólares está en el puesto 75 del escalafón, de acuerdo con la revista Semana.El industrial fue el primer patrocinador de las selecciones Colombia de fútbol, de acuerdo con el Canal Caracol, empresa de televisión de la que era propietario. Su actividad también se concentró en las tareas filantrópicas a través de la Fundación Mario Santo Domingo. De hecho, una de las ultimas veces en que Santo Domingo fue visto en Bogotá, de cabello blanco y sonriente, fue apenas en mayo del 2010, cuando inauguró la biblioteca y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, al norte de la capital colombiana.En la ciudad de Cartagena, al inicio de un acto, el presidente Juan Manuel Santos lamentó el fallecimiento. "Lamentamos mucho su muerte y le mandamos nuestra condolencia a su señora Beatrice a sus hijos Alejandro y Andrés, a su hermana Beatriz y a toda su familia y a todos los empleados de las diferentes empresas del grupo Santo Domingo, realmente es una gran pérdida", dijo Santos.En entrevista telefónica con AP, el ex presidente Ernesto Samper Pizano dijo que lo conoció y era una persona que tenía la "mezcla perfecta entre un cachaco y un costeño". "Era una persona particularmente culta", agregó.Por su parte el ex mandatario Belisario Betancur recordó a la cadena radial RCN que el industrial compartió en Barranquilla con escritores como Gabriel García Márquez y Alvaro Cepeda, entre otros. "Incluso alcanzó a escribir cuentos", dijo el ex presidente.Santo Domingo "hubiera podido hacer sus inversiones en cualquier parte del mundo, pero siempre prefirió a Colombia como destino de su actividad empresarial", dijo el ministro colombiano de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas. Santo Domingo provocó un gran impacto al generar empleo en el país con sus industrias, añadió el ministro en diálogo telefónico. A Julio Mario Santo Domingo le sobreviven su esposa Beatrice Dávila y sus hijos Alejandro y Andrés. Un tercer hijo de un primer matrimonio, Julio Mario Santo Domingo Braga, murió en 2009.Alejandro Santo Domingo, heredero de un emporio de US 8.500 millonesEl heredero de un emporio de US8.500 millones Alejandro Santo Domingo es la cabeza visible del imperio que construyó su padre, Julio Mario, y sobre sus hombros descansa la responsabilidad de conducir los destinos de este grupo empresarial hacia una nueva era en el presente siglo.Dentro de su formación, cuenta con un título de Historia de la Universidad de Harvard y se fortaleció como banquero de inversión de la mano de Violy McCausland.Su estrategia de negocios dista mucho del estilo de su padre, muy afecto a experimentar una cercanía con el poder político y quien marcó una interacción estrecha en donde varios presidentes, luego de ser elegidos, quedaban no solo agradecidos por sus abultados aportes a la campaña, sino comprometidos a apoyar sus intereses empresariales.La pauta que ha marcado Alejandro es distinta, producto de su mentalidad de ciudadano universal, y por eso optó desde hace años por desprenderse de empresas que el Grupo dejó de considerar como estratégicas, para apostarle a nuevas inversiones.