educación
¿Cuál es el origen de la x? La letra menos utilizada en nuestro vocabulario
Esta letra tiene un poder extraño, interesante y enigmático, la cual ha sido utilizada por diferentes países o industrias.
Las letras que aparecen en menos palabras en español son la X, la K y la W. La diferencia entre ellas radica en que la equis sí está presente a cada momento.
Sobre cuando se antepone alguna palabra, recordando lo que ya fue: un exalumno, excompañeros, examante. Las tallas también comparten esta letra, sobre todo la XS o XL.
La X ya no solo está presente en las redes sociales, sino que ahora es un símbolo, una palabra, el nombre de lo desconocido, lo experimental, lo misterioso, lo nuevo, la marca de algo que ya pasó o lo que aún está.
Una X femenina
La versión digital del ‘Hay Festival Querétaro’ señala que las equis, femeninas y sin plural, solían formar parte de muchas más palabras.
En el alfabeto latino fue la última letra hasta después de la conquista romana de Grecia, en el siglo I a.C., que se añadieron la Y y Z.
En cambio, los romanos no la usan, pues el alfabeto italiano no la incluye.
La equis llegó acompañar a los mexicanos en Xochimilco, Texcoco, Taxco, Tuxpan, Mexicali, Texas, Oaxaca y Xalapa, aunque sonara como jota.
La X ingresó, además, en las matemáticas, al ser el símbolo del número 10, la base del sistema de numeración para números enteros, que los romanos llevaron a su imperio.
Pero todo empezó a tomar un rumbo diferente cuando los matemáticos de los sabios de Medio Oriente llegaron a la península ibérica, en los siglos XI y XII.
Allí, los traductores españoles se vieron en aprietos, ya que no había letras para representar algunos de los sonidos de dichas tierras lejanas.
Uno de ellos era ‘sh’, como si estuviera pidiendo silencio, el cual dominaba el vocablo árabe. Fue así como los eruditos españoles decidieron usar el sonido más cercano que está representado por la letra griega chi (χ).
Después, el filósofo y matemático francés René Descartes, en Géométrie (1637), eligió las tres últimas letras del alfabeto romano: x, y, z como símbolos de valores desconocidos.
El físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen descubrió una radiación corpuscular que atravesaba la materia en 1895, y al no entender su naturaleza la llamó “rayos X”.
Los astrónomos tomaron la X para nombrar un planeta hipotético en los confines del Sistema Solar, tras encontrar evidencia matemática que indica su presencia, a pesar de no verlo.
Utilizada para lo asombroso
En el mundo de la recreación también ha sido utilizada la X, no solamente como símbolo para lo ilícito o lo prohibido, sino también para lo asombroso, maravilloso y aterrador.
Como por ejemplo los X-Men, una subespecie de humanos que nacen con habilidades sobrehumanas activadas por el gen “Factor-X”.
O el X-Wing, una nave espacial caza estelar utilizada por la Alianza Galáctica y la Orden Jedi en el universo de Star Wars.
Varios de ellos hacían parte de la Generación X, a la que se refería Douglas Coupland en su novela.
A estos ejemplos también se suman las bandas musicales, videojuegos y hasta los programas de televisión como el X-Factor.
En cuanto a tecnología, esta letra también ha tenido prioridad. Xerox, Xbox, Apple OS X y XɃT.
Y la industria aeroespacial la ha adoptado como “experimental”. X-Plane es una clasificación de aviones militares experimentales de EE.UU. que, a pesar de su construcción clandestina, suelen ser conocidos. El Bell X-1 fue el primero en romper la barrera del sonido en 1947.
Un año después, Jaguar produjo el automóvil deportivo XK-120 de Jaguar, con una equis que también significaba ‘experimental’.
En la industria automotriz: Mercedes Benz, BMW, Fiat, Volvo, Citroen, Suzuki tienen sus X, así como Renault con su Xantia y Tata con su Xenon, sin olvidar Tesla Model X.
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