¿Qué tanto espacio hay para la población LGBTIQ+ en las universidades de Cali?

Por Isabella Romero, Valeria Castro y Jordy Bejarano, Periodismo con Visión de Género - UAO

Según el diagnóstico de la Universidad del Valle y la Alcaldía de Santiago de Cali, solo el 13% de la población que se reconoce como LGBTIQ+ tiene acceso a la educación universitaria. A nivel nacional, esta cifra asciende al 51%, mientras que los resultados de la Encuesta Global LGBTIQ+ señalan que el 69,3% de la población auto identificada, entre los 18 a 29 años, recibió algún tipo de educación profesional.

En la actualidad, la diversidad desempeña un papel fundamental en la formación de profesionales preparados para una sociedad multicultural y cada vez más globalizada. Y en el campus universitario va más allá de la mera coexistencia de diferentes identidades, al buscar que haya un ambiente estudiantil tolerancia, respeto y apertura hacia las diferencias.

Tanto las instituciones como algunos grupos de estudiantes se han sumado a los esfuerzos por fomentar la diversidad en el campus universitario. Uno de esos pasos es la implementación de rutas y protocolos de atención para abordar las diferentes violencias basadas en género existentes, y brindar apoyo a su comunidad.

En tanto, han surgido, también grupos de estudiantes como espacios seguros para la población estudiantil diversa. A pesar de estos esfuerzos, persisten retos significativos en la promoción de la inclusión en las universidades de Cali. ¿Qué tan difícil es realmente tener un ambiente inclusivo y diverso en estas instituciones educativas? ¿Cómo perciben los estudiantes esta situación?

La Ley 1257 de 2008 dice que existe el deber de promover medidas en el ámbito pedagógico, con el fin de orientar cambios culturales y fomentar el respeto y la inclusión a la diferencia.

“Aunque Colombia sea un país que en materia jurídica está bastante por delante en los derechos de las mujeres y de la población LGBTQ+, en materia social todavía tenemos muchas deudas. Los porcentajes de acceso a la educación para esta población están por debajo del promedio mundial, porque todavía hay mucha discriminación en la sociedad colombiana, y eso causa que muchas personas que se consideran diversas ni siquiera terminen instancias educativas como el bachillerato”, explica Carmen Jimena Holguín, socióloga y antropóloga de la Universidad Autónoma de Occidente.

Las cifras documentadas del país son coherentes con la explicación de la socióloga. Un estudio realizado por la Fundación Corona, la Andi, Acdi Voca, el Centro Nacional de Consultoría e Interra, en el que se tomó una muestra compuesta por 621 personas, evidencia que el 19 % de la población entrevistada no terminó el bachillerato, de los cuales 32% eran personas trans.

La misma investigación reporta que el 27% de los hombres gays o bisexuales son profesionales universitarios, mientras que en las mujeres lesbianas o bisexuales, solo el 20% lo son. En contraste, solo el 4% de las personas trans tienen ese nivel educativo.

Panorama local

Al ser consultados estudiantes de algunas de las universidades como la Autónoma de Occidente, la Santiago de Cali, la Javeriana, Unicatólica, la Libre y la del Valle, hay un punto de encuentro en expresiones como “no tengo conocimiento” o “no me parece que la diversidad se vea representada en mi universidad”. Sin embargo, existen estudiantes que tratan de ahondar en esta ausencia de representación y en lo que podrían hacer sus instituciones.

Karolain Dayana Ruiz Cardona, estudiante de derecho en la Universidad Libre, comenta: “Personalmente, considero que no se ve muy representada. No hay campañas de concientización. No se sataniza, pero tampoco es un tema que se toque nunca”.

Por su parte, Juan Camilo García, estudiante de lenguas extranjeras, comparte su perspectiva desde lo que ha vivido en la Universidad Santiago de Cali. “La diversidad LGBTIQ+ no se ve muy reflejada. Hace falta un aporte significativo en lo que respecta a la diversidad. Pienso que la universidad podría dar grandes pasos hacia el apoyo por la diversidad”.

De otro lado, hay estudiantes que cuentan que sí han percibido que la representación incluyente en sus campus. Luisa Méndez, estudiante de gastronomía en la Universidad Javeriana, dice que existe una representación amplia de la diversidad en su universidad. “La comunidad LGBTIQ+ se ve representada por medio de grupos que existen, sobre todo en la zona de Bienestar. Allí manejan grupos de charlas que incluyen a todos y también espacios para expresarse”.

María Camila Jaramillo Andrade, estudiante de ingeniería en sistemas de la Universidad del Valle, concuerda con Laura y Luisa. “La comunidad LGBTIQ+ se ve representada a través de colectivos que realizan actividades y abren espacios para la comunidad”.

Opinión distinta tiene Esteban Palacios, estudiante de la Universidad San Buenaventura. “Solo puedo decir que la universidad no tiene mucha representación con respecto a la comunidad. Creo que hace falta acercamiento con esta población a través de algún proyecto o campaña”, asevera.

De la percepción a la realidad

“Una universidad diversa es aquella en la que confluye una población estudiantil que abarca una amplia gama de diversidades, ya sea en términos de creencias personales, posturas políticas, expresión de género o formas de pensamiento. Una universidad diversa es una institución donde existen espacios de representación y de respeto hacia la pluralidad“, explica Valentina Bradbury, politóloga y encargada de asuntos de género de la UAO.

En las universidades de Cali, existe un enfoque creciente en la promoción de la inclusión. Las instituciones están implementando diversas medidas para garantizar que todo el cuerpo estudiantil, independientemente de su origen, género, orientación sexual o discapacidad, se sienta bien en el ambiente universitario. Estas acciones incluyen la creación de espacios seguros por parte de Bienestar Universitario, grupos estudiantiles, políticas y protocolos de atención a violencias basadas en género. La Universidad Icesi cuenta con una Política de Educación Inclusiva. También con una Ruta de Atención en casos de violencias basadas en género.

En la Universidad Autónoma de Occidente (UAO), se encuentra el Protocolo para la prevención, detección y atención a Violencias Basadas en Género, junto con la Política de Género y la Ruta de Atención. Asimismo, grupos estudiantiles como Equité y Todas las Identidades se esfuerzan por crear espacios seguros para personas diversas.

Por su parte, la Pontificia Universidad Javeriana cuenta con una Política de Género y un completo Protocolo para la Prevención, Atención, Acompañamiento, Orientación y Seguimiento de Casos de Violencias y Discriminación y Violencias de género.

La Universidad Santiago de Cali (USC) presenta una política institucional de Educación Superior Inclusiva, que incluye a la población LGTB+. Además, se destaca el proyecto ‘Te Escuchamos’ como una forma de Ruta y Protocolo de Atención, aunque está dirigido específicamente a mujeres o niñas y no menciona explícitamente a las personas LGTB+.

Por otro lado, la Universidad de San Buenaventura destaca por su Política Corporativa de Educación Inclusiva y Equidad, que incluye a la población LGTBQ+, y cuenta con un protocolo específico para la prevención y atención de casos de violencias sexuales y violencias basadas en género.

Finalmente, la Universidad del Valle dispone de una Política Institucional de Igualdad y Equidad de Género, identidades y orientaciones sexuales, así como una Ruta de Atención a Violencias de Género, enfocada en promover la igualdad y no discriminación en la institución.

Aunque es evidente el esfuerzo por parte de las instituciones de educación superior, al crear espacios y rutas de atención, teniendo en cuenta la diversidad en el campus ¿Por qué muchos estudiantes no están enterados? ¿Recae la responsabilidad de visibilizar la diversidad en las instituciones?

Valentina Bradbury, encargada de asuntos de género en la Universidad Autónoma de Occidente, plantea una reflexión al respecto: “No sé si está dentro de las responsabilidades de una universidad visibilizar la diversidad que tiene. Debe, evidentemente, cumplir con garantías de igualdad de derechos humanos, y muchas veces eso implica visibilizar las desigualdades, inequidades y discriminaciones”.

En este sentido, se plantea un desafío para las instituciones, en la comunicación y difusión de los recursos y apoyos disponibles para promover el respeto por la diferencia. Así como adelantar una labor activa de promoción y concienciación para garantizar una participación equitativa de una comunidad universitaria diversa.

Otros esfuerzos

La Universidad Libre cuenta con una Política de Educación Inclusiva y un Protocolo para la Prevención, Detección, Atención y Seguimiento de Casos de Violencias de Género.

La Institución Universitaria Antonio José Camacho, estableció una Política de Atención Educativa a la Diversidad.

La Fundación Universitaria Católica trabaja en eventos de sensibilización de Diversidad Sexual y de Género.