Salud
Fundación Valle del Lili: excelencia en salud al servicio de la alta complejidad obstétrica
La Unidad de Alta Complejidad Obstétrica de la Fundación Valle del Lili se centra en atender casos complejos y de urgencia.
El embarazo es una etapa de la vida que implica muchos cambios físicos y emocionales para la mujer. Si bien la mayoría de los embarazos transcurren sin complicaciones, se pueden enfrentar situaciones de riesgo que requieren atención médica urgente.
Los riesgos de sufrir una hemorragia, un caso de preeclampsia o una infección, son altos, y lo más preocupante es que estas condiciones pueden afectar a cualquier paciente, incluso si no tiene condiciones médicas previas.
Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dicen que en promedio cada cuatro minutos una mujer gestante muere a causa de complicaciones.
Estas cifras son alarmantes y reflejan las desigualdades sociales y económicas que afectan a las mujeres. En el caso de Colombia, muchas de ellas viven en zonas rurales o remotas donde no hay suficientes recursos ni personal sanitario capacitado. Pero en Cali se busca ofrecer una alternativa a través de la Unidad de Alta Complejidad Obstétrica de la Fundación Valle del Lili, UACO, que ha evolucionado significativamente desde su creación, reflejado no solo el crecimiento en infraestructura sino también en su capacidad humana y de servicio.
“La Unidad de Alta Complejidad Obstétrica surge como una necesidad para el departamento y la ciudad en general”, comenta la doctora Adriana Messa, líder académica de la UACO. Iniciando en 2009 con solo 10 camas, la unidad ha experimentado un crecimiento notorio en este tiempo. “En este momento estamos manejando un total de 28 camas en la unidad intermedia y tenemos 11 camas en sala de parto”, explica la ginecóloga.
El crecimiento en infraestructura ha ido de la mano con una expansión en el equipo médico.
“En la unidad estamos 5 ginecólogos intensivistas”, cuenta la doctora Messa, destacando la importancia del equipo humano que incluye a destacados profesionales como la doctora María Paula Echavarría, el doctor Álbaro José Nieto, el doctor Juan Manuel Burgos y el doctor Javier Carvajal.
Más allá de las instalaciones y el equipo, lo que define a la Unidad de Alta Complejidad Obstétrica es su compromiso con la atención de emergencias. Este nivel de dedicación se extiende a través de teleasistencia y asesoría a hospitales en regiones como Cauca, Buenaventura, Chocó, y Putumayo, entre otras, a través de la estrategia Hospital Padrino. “Hemos tenido un impacto muy amplio”, afirma la doctora.
Precisamente, fue gracias a esta estrategia que Stefanya Atehortúa Grisales pudo ser atendida cuando una hemorragia después de dar a luz la puso en riesgo. Ella estaba en Cartago, en donde 15 minutos después del parto se dieron cuenta de que el sangrado era imposible de controlar, aunque desde la Fundación Valle del Lili hubo acompañamiento a distancia para detener el sangrado, al final, la decisión fue trasladarla a Cali a la UACO.
“Yo no solo me sentí bien atendida por médicos muy profesionales, sino que fueron muy humanos, siempre pasaban a preguntarme cómo estaba y me mantenían informada del estado de mi bebé, que se quedó en Cartago. Yo me di cuenta de que todos estaban pendientes de mí y de mi hijo”, cuenta Stefanya, quien además quedó en observación desde casa luego del alta.
La Unidad de Alta Complejidad Obstétrica de la Fundación Valle del Lili está diseñada para atender, justamente, casos de alta complejidad a través de su enfoque multidisciplinario y la disponibilidad constante de expertos.
“Somos un servicio que cuenta en el día con dos ginecólogos de turno, acompañados por otros dos ginecólogos que son especialistas en medicina crítica y cuidado intensivo”, detalla la doctora Messa. Este equipo altamente calificado garantiza una cobertura integral las 24 horas del día, 7 días a la semana, con un enfoque particular en embarazos de alto riesgo.
Dentro de la cantidad de patologías que se manejan en la unidad, cabe resaltar la relacionada con alteraciones de la placenta, tratada a través de la Clínica de Acretismo Placentario, liderada por el doctor Álbaro Nieto y conformada por un equipo multidisciplinario que incluye: anestesiología, urología, cirugía de trauma, intervencionismo vascular y radiología.
En ella se evalúan pacientes con alteraciones de la inserción placentaria, caracterizada por una condición en la que la placenta invade la cicatriz de la cesárea previa a nivel del útero, comportándose casi como un tumor, llegando a comprometer órganos como la vejiga y el intestino, asociado al desarrollo de estructuras vasculares anormales, lo que se relaciona con un mayor riesgo hemorrágico durante la cesárea.
Para la atención de estos casos, la Clínica de Acretismo Placentario tiene un protocolo específico, pues esta patología presenta un desafío significativo.
Así, la UACO de la Fundación Valle del Lili, con su enfoque multidisciplinario y su capacidad para manejar casos de alta complejidad, es líder en la atención obstétrica avanzada. La combinación de un equipo especializado, técnicas innovadoras y un liderazgo reconocido a nivel internacional refleja su compromiso con la excelencia y la seguridad tanto de las madres como de sus bebés. La unidad no solo es un modelo de atención obstétrica avanzada, sino también un símbolo de esperanza y vida para quienes enfrentan situaciones obstétricas desafiantes.
Hospital Padrino, aporte social desde la salud
Con el objetivo de mejorar la accesibilidad a la atención médica de alta complejidad y lograr un impacto transformador en el Pacífico colombiano, nació el proyecto Hospital Padrino, una estrategia de la Fundación Valle del Lili, que busca atender las urgencias y necesidades de salud de los habitantes de este territorio.
La estrategia está enfocada en mejorar los servicios e indicadores de salud en estas poblaciones vulnerables y aliviar la presión sobre los médicos rurales. Además, incorpora un servicio de telemedicina, brindando asesoría y apoyo continuo. Además de presencia y asesoría, la Fundación Valle del Lili ha llevado a cabo talleres teóricos y prácticos, incluyendo simulaciones de casos de hemorragia postparto y el manejo de la preeclampsia. Estas iniciativas han sido cruciales para disminuir la mortalidad en embarazadas y recién nacidos.