Con 249 años, la Segunda Capital del Valle es una de las ciudades más atractivas para invertir. Conozca las características que la hacen única e ideal para vivir.
La segunda ciudad del Valle del Cauca continúa robándose las miradas de quienes desean invertir o encontrar un lugar agradable para vivir, pues se ha mantenido como un epicentro de economía agrícola, comercio y biodiversidad.
Su clima tropical, hermosos paisajes que huelen a caña y un costo de vida más económico son algunos de los atractivos que han hecho único a este Municipio, que cumplirá 250 años de historia en junio.
Más allá de destacarse por estar a pocos kilómetros de Cali y por tener límites entre Tolima, Pradera, Candelaria y Yumbo, la Villa de las Palmas dispone de 1.123 km² y 134 barrios.
En sus calles habitan 385.000 personas, el 80% concentradas en la zona urbana y 20% en la rural, donde se encuentran corregimientos como Rozo, La Torre, La Acequia, Matapalo, Obando, La Herradura, Palmaseca, La Dolores, Guanabanal, Amaime, Boyacá y La Pampa.
“Su crecimiento ha sido bastante amplio. En épocas pasadas era un sector de haciendas esclavistas, luego se convirtió en un pueblo y, posteriormente, en una ciudad con calidad de vida”, afirmó el historiador William Mallama Lugo, quien recalcó que esta es una ciudad amable para vivir y rentable para invertir.
La agricultura y ganadería se encuentran dentro de la economía principal que mueve a Palmira. Tanto, que se le reconoce como la Capital Agrícola de Colombia, que celebra hace muchos años una de las ferias más tradicionales del Municipio: la Fiesta Nacional de la Agricultura.
No en vano, en sus predios hace presencia el Centro Internacional de Agricultura Tropical, Ciat, la organización más importante de Colombia y Suramérica en el ramo, donde tienen lugar investigaciones de desarrollo en la producción agrícola de todo el país, en áreas como los cultivos de yuca, fríjol, caña y palma. Gracias a esto, tanto los ciudadanos de todo el país como los palmireños, pueden disfrutar de productos de calidad, durante todo el año, sembrados en sus propias tierras.
Por otro lado, desde el punto de vista de los recursos financieros, “la ciudad está clasificada como categoría uno, lo que quiere decir que tiene un presupuesto municipal alto, que debería utilizarse para la implementación de estrategias dirigidas a la comunidad”, explicó Heliodoro Ortega Carvajal, integrante del Consejo Municipal de Paz y de la Federación de Acción Comunal del Valle.
Vale la pena recordar que en los alrededores de la Villa de las Palmas hay una zona industrial conformada por la Industria de Licores del Valle y dos zonas francas (Zona Franca del Pacífico y Palmaseca), así como ingenios azucareros y diversidad de empresas.
La diversidad topográfica que tiene el Municipio, con diferentes pisos térmicos donde se pueden encontrar terrenos planos, ondulados, semiondulados y altos, favorece la biodiversidad del sector, la agricultura y las actividades deportivas.
“Precisamente, esa variedad de terrenos genera la posibilidad de cultivar, por ejemplo, el plátano, que se siembra en la parte plana y ondulada; la cebolla, en la más alta y el café, en la semi ondulada”, resaltó el historiador.
En materia hídrica hay que resaltar que el territorio comprende las cuencas de los ríos Nima, Amaime, Aguaclara y Bolo, que se convierten en las reservas hidrológicas y productivas más importante del Municipio. Por ejemplo, el río Nima dispone de una extensión aproximada de 12.000 ha.
Además, la riqueza natural abre posibilidades para practicar actividades deportivas, como el parapentismo, el paracaidismo y el ciclomontañismo.
Los centros comerciales, con el pasar de los años, se han posicionado como el principal sitio de esparcimiento de la comunidad.
Tal es el caso del Centro Comercial Llanogrande, que desde 2004 pasó a ser un espacio popular entre los palmireños, gracias a que se puede acceder a 180 marcas nacionales e internacionales.
TAsimismo, Unicentro Palmira es un ejemplo de expansión desde 2013. En sus 101 locales se ubican diversidad de marcas y tiene un mix de servicios, con el fin de suplir las necesidades comerciales y de entretenimiento.
Es importante destacar que Palmira tiene una ubicación estratégica con respecto al comercio, pues está a solo diez minutos del Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón y dispone de una malla vial que facilita el tránsito hacia el Puerto de Buenaventura.
Si bien, en opinión de Mallama, hacen falta estrategias enfocadas en incrementar la visita de extranjeros, el comercio sigue siendo tan fuerte como siempre.
Según el historiador William Mallama Lugo, la referencia a Palmira como la Villa de las Palmas comenzó en 1811, pues la ciudad se convirtió en un epicentro de desarrollo y como símbolo de resistencia frente a las autoridades españolas de esa época de la Independencia, cada habitante sembró una palma frente a su vivienda. Ahora, alrededor de todo el Municipio se encuentra un sinfín de esta familia de plantas.