Identifican propiedades utilizadas como centros de torturas por bandas venezolanas criminales en Bogotá

La Fiscalía General de la Nación ubicó y bloqueó varias propiedades en Bogotá que habrían sido usurpadas por organizaciones criminales de origen venezolano entre las que se encontraría el Tren de Aragua, Los Maracuchos o la banda Satanás.

La revista Semana pudo conocer el documento redactado por el ente acusador que sirvió de radiografía de los bienes de los que estas bandas se habrían apoderado.

Serían un total de 21 propiedades repartidas en diferentes localidades de Bogotá. Restaurantes, casas, bares, pagadiarios y hoteles que habrían servido como guarida para los miembros de estas organizaciones, quienes se encargarían de adelantar labores de tráfico de estupefacientes y extorsiones en la capital colombiana.

Al parecer, estas locaciones, avaluadas en más de $22.000 millones, habrían sido convertidas en ‘antros de terror’, los cuales eran utilizados para secuestrar, torturar, asesinar y desmembrar personas en estos espacios.

“Allí han ocurrido varios homicidios. De ese lugar sacaron al ‘Gato’ y a ‘Pitillo’, con ‘Guayabita’, que aparecieron muertos y torturados en una carreta en Bellavista”, señalaron a la Fiscalía los testigos, quienes además afirmaron haber revelado esta información debido a los casos de personas asesinadas y arrojadas en la basura.

El ‘Hotel Negro’ donde el horror cobraba vida

Una de las extinciones de dominio estaría relacionada a la propiedad conocida como el ‘Hotel Negro’. Este espacio, ubicado en la mitad de una cuadra del barrio Kennedy, prestaba servicios de hospedaje antes de ser tomado por estas bandas.

El hotel cuenta con cuatro pisos, uno de los cuales funciona como establecimiento comercial para algunos locales que solo abren en la noche. La fachada del sitio esta adornada con baldosas negras, lo que lo hace destacar entre el resto de viviendas de la zona.

Varias personas afirmaron que se escucharían gritos provenientes de las víctimas, al parecer, del grupo criminal Los Maracuchos, quienes, por ordenes de los cabecillas de la organización, llevaban al interior de las habitaciones mediante amenazas, en muchas ocasiones sometidos por armas.

Los cuerpos asesinados serían sacados en bolsa y los macabros acontecimientos que al interior de sus paredes ocurrían habrían quedado captados en videos que ya están en poder de la Fiscalía.

Los servicios comerciales y de vivienda que presta el hotel continúan en funcionamiento, sin las escenas de terror que anteriormente acomplejaban a los huéspedes.

Estas propiedades seguirán en poder de quienes, hasta hoy, las manejan; sin embargo, Semana explicó que “las restricciones advierten a las oficinas de registro e instrumentos públicos para enviar su venta o transferencia.”.