En las últimas horas, se conoció que el papa Francisco habría dejado de utilizar una máscara de oxígeno a la cual permanecía conectado luego de varios días de hospitalización en un hospital de Roma.

Según lo reseñó la Agencia AFP, el máximo representante de la iglesia católica habría presentado una leve mejoría, por tal razón, habría dejado de necesitar respiración asistida, luego de permanecer más de un mes recluido por una neumonía.

El Vaticano ha hecho énfasis en que el papa Francisco ha superado de manera satisfactoria las últimas crisis respiratorias que había tenido. Por tal razón, su equipo médico ha determinado la posibilidad de implementar otro tipo de tratamientos.

“Se confirma que las condiciones clínicas del santo padre están mejorando”, escribió el Vaticano en un boletín médico. Desde la Santa Sede han manifestado que existen un porcentaje significativo de progreso en la fisioterapia motora y respiratoria del papa.

De igual forma, en el mismo documento se hace referencia a que se ha “suspendido la ventilación mecánica no invasiva y también se redujo la necesidad de oxigenoterapia de alto flujo”.

En la nota prensa compartida por las autoridades de El Vaticano mencionan que el papa no podrá abandonar el centro médico donde se encuentra recluido, debido a que deben realizarse varias terapias para concluir con éxito su recuperación.

Detalles sobre el tratamiento médico

El Vaticano ha manifestado que el sumo pontífice había estado sometido a un tratamiento donde el empleo de oxígeno fue fundamental para su evolución. En este caso, el papa utilizaba una cánula nasal como parte de las indicaciones médicas.

“Durante el día utiliza una cánula nasal para recibir oxígeno a alto flujo, que los médicos están reduciendo”, reza uno de los comunicados compartidos por el equipo que acompaña la recuperación del papa Francisco.

Comunicación con el exterior

El papa Francisco durante las últimas horas escribió una carta donde hace referencia a varios asuntos sobre los cuales ha reflexionado durante su estadía en el Hospital Gemelli, mientras superaba el cuadro respiratorio que le aquejaba.

“Tenemos que desarmar las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra. Hay una gran necesidad de reflexión, de calma, de sentido de la complejidad”, se lee en uno de los apartes del texto firmado por el sumo pontífice.

“La fragilidad humana tiene el poder de hacernos más lúcidos frente a lo que dura y lo que pasa, lo que hace vivir y lo que hace morir. La guerra parece aún más absurda (...) en los momentos de enfermedad”, dice otro de los apartados.