Columnistas
¿Indefensos?
Aparte de la desesperanza y desconfianza que se genera en todos los niveles de la Fuerza Pública. Inclusive, se habla de que ha habido muchos retiros voluntarios.
Creo que está haciendo falta un debate muy serio y desde diferentes perspectivas sobre la situación de la seguridad nacional, tanto en el nivel rural como en el nivel urbano. Hablar de seguridad nacional es hablar de soberanía, de orden público, de paz.
No conozco todos los factores que han venido incidiendo en este tema tanto provenientes de gobiernos anteriores como del que está vigente ahora. Ha habido cambios presupuestales, una concepción diferente sobre la prestación del servicio militar, y más recientemente, una inesperada depuración de los más altos niveles de la Fuerza Pública que desborda el número de 70 generales y muchos oficiales cercanos a esta categoría.
Se trata de la pérdida de muchísima experiencia y de muchos conocimientos adquiridos en centros internacionales de formación en diferentes continentes, en asuntos muy relevantes, y ello no se reemplaza en un año y ni siquiera en lustros. Aparte de la desesperanza y desconfianza que se genera en todos los niveles de la Fuerza Pública. Inclusive, se habla de que ha habido muchos retiros voluntarios. No conozco las cifras.
El Presidente Petro ha anunciado que se suspenden los contratos de naturaleza militar con Israel. La noticia parece no interesarle a nadie y, se puede decir, que ha pasado desapercibida. Por fortuna, la periodista María Isabel Rueda hizo el 10 de marzo la publicación de una entrevista al distinguido General Gustavo Matamoros, ya retirado, pero quien forma parte de una importante dinastía militar. La lectura de esta conversación tan solo deja una situación de alarma. Enorme alarma.
Los datos que proporciona el General Matamoros son impresionantes. La repercusión de una decisión de esta naturaleza son descomunales y, también, podrían resultar costosísimas. Para no hablar de todo lo que se pierde en términos de experiencia y manejo de la logística. Que la fuerza pública tiene que reemplazar entre 10,000 y 15,000 fusiles Galíl cada año de los 300,000, que es lo que tiene ahora. Además, tiene que importar para su fabricación en Colombia dos elementos principales que produce Israel, el cañón y las miras, lo cual genera un problema colosal. Es más. La industria militar perdería ingresos de 8000 millones de dólares anuales por las exportaciones que hace al propio Israel de otras partes del fusil Galil.
Si hasta aquí llegaran los datos… pero no, van mucho más allá. En lo referente a la fuerza aérea, ya el asunto es muy dramático. La flota existente ya ha cumplido su vida útil, son los aviones Kafir, producidos en Israel. Se buscaría, entonces una nueva marca con todas las implicaciones que ello tiene. El General Matamoros estima que el costo sería para tener una flota de 16 aviones de 15 billones de pesos.
El General Matamoros añade otros datos no menos preocupantes. La Fuerza Militar tiene 7000 fusiles Taver, 7000 ametralladoras Nergev, todos los radios de comunicaciones, también son de fabricación israelita. Son más de 10,000 y cada uno cuesta $50,000dólares. También mantiene y proporciona los repuestos de los misiles. Israel ha puesto toda la tecnología para los centros de control, comando y ciber seguridad. Más de 50,000 visores nocturnos, aviones no tripulados, el sistema de protección de fronteras. Las implicaciones son descomunales.