Paul Dury, el belga legal
Gente como Paul, con visión de mundo y mirada amplía es la que necesitamos cuando el pesimismo pareciera arrollarnos
Con ocasión de los primeros 10 años del Tecnocentro Somos Pacífico, creado a instancias de la Madre Albastela Barreto con un criterio social de inclusión de y participación en busca de la paz, la concordia y procura del bienestar de los habitantes de Potrero Grande, muchos de ellos desplazados por la violencia y urgidos de una atención urgente en materia de educación, salud y espacios para el esparcimiento -entre otras cosas-, quiero destacar la labor que viene adelantando su director Paul Dury, un ser excepcional que menos mal se afincó dentro de estas tierras.
Mucho se ha dicho y escrito de la labor Comfandi que en su momento apoyó la idea, así como los generosos aportes de la Fundación Alvaralice -representada por María Eugenia Garcés Echavarría- y otros miembros de la comunidad interesados en apoyar emprendimientos como el que nos ocupa, pero no tanto acerca de la gestión de ese belga que llegó a nuestros lares, primero al Conservatorio de Ibagué y luego a la dirección de la por entonces Orquesta Sinfónica del Valle , hoy Filarmónica de nuestro Departamento.
Y es que Paul no solo es un excelente director de orquesta -pianista, clarinetista y cantante clásico- sino también conocedor como pocos de la administración de programas y proyectos musicales y culturales lo que le ha valido una sólida reputación a nivel nacional siendo consejero y asesor de distintas actividades públicas y privadas.
Platanizado desde un comienzo, hizo clic con nuestro esquivo mundillo cultural que lo acogió con respeto y cariño hasta que se volvió parte del paisaje musical de la región.
Recuerdo por ejemplo cuando ‘sinfonizó’ muchas canciones tratadas como arrabaleras y les dio carácter y status vistiendo de gala melodías como Alma Tumaqueña y otras del repertorio popular y salsero con lo que logró que fueran aplaudidas hasta por la crítica más exigente.
Dotado de un gran sentido del humor, quienes trabajan con él encuentran una personalidad abierta y sincera, sin esos ‘humos’ de ciertos directores de orquesta mamones e insufribles. Y es que Paul “es un tipo legal”, como me dijo alguien que trabaja con él.
Su labor en el Tecnocentro ha sido un éxito total y ahí están los resultados que pudieron apreciarse en la inolvidable gala del pasado jueves en el Municipal que regocijó los corazones y nos dio una voz de aliento y una luz al final del túnel en estos momentos aciagos en los que la esperanza es un patrimonio esencial.
Gente como Paul, con visión de mundo y mirada amplía es la que necesitamos cuando el pesimismo pareciera arrollarnos y de no ser por personas como él estaríamos camino al despeñadero
Posdata: Y además y cuando está entonado es una caja de música en materia de Jazz, Merengue, Bambucos, Pasillos, Boleros y algo de rock. Ahí donde lo ven, tan tieso y tan majo.