Mujerocracia

Que nos cogieron ventaja, no hay duda. Silenciosamente, nos han ido desplazando y cada vez obtienen más y más reconocimientos gracias a su tenacidad, su preparación, su saberse ganar a los demás, su donosura y, porque no, su belleza.

Y mientras que nosotros nos dormimos en nuestros laureles, avasallando e imponiendo nuestros criterios, porque sí, ellas con su nadadito de perro y a punta de méritos nos están ganando la partida.

Y les hablo no solo del campo laboral sino de las actividades en las que antes a lo sumo llegaban a mandos medios y no podían subir porque se encontraban con la barrera inexpugnable del machismo que por muchas décadas les castro el derecho de ocupar altos cargos, reservados -repito- para los machos o mal llamados varones.

Miremos no más dentro de nuestro departamento regentado ahora por una mujer que sucedió a otra mujer y a quien seguramente la sucederá otra mujer. Igual pasa en las Secretarías de Educación y Cultura del departamento y el municipio regentadas por mujeres y la Policía del Valle, ahora en manos de una coronel.

Y ni hablar de los gremios en donde ProPacífico, Compromiso Valle, Unidad de Acción Vallecaucana, Sociedad de Mejoras Públicas, SAG, Sociedad Colombiana de Arquitectos, Andi, Fenalco, Cámara de Comercio Colombo Americana, Camacol, Cámara de la Infraestructura y la Fundación Alvaralice casi todas están timoneadas por mujeres.

Los periódicos El País y Occidente tienen directoras, al igual que Telepacífico, Asocaña y Procaña las manejan mujeres. En La Tertulia, Proartes, la Feria del libro, la Secretaria de Turismo de Cali, el Club Colombia y dos de los Centro Comerciales más importantes están dirigidos por mujeres, así como el Zoológico de Cali y Fundación Valle del Lili.

El proyecto Cali 500 años está a cargo de una mujer que podría ser la nueva alcaldesa de Cali. Las columnistas más leídas son las escritas por mujeres y Shakira es la figura de la canción más importante en la historia de Colombia.

Y es que, además de facturar, ya son tan todoterreno que manejan Uber, son guardas de tránsito, soldadas y hasta urólogas. Ah, y los restaurantes más exquisitos tienen de chef a las mujeres.

Pero la cereza del pastel es lo sucedido en la Cámara de Comercio de Cali en que la disputa por la presidencia fue ganada en franca lid por una caleña meritorísima que derrotó a sus contrincantes hombres y es la primera fémina en ocupar tan honroso como apetitoso cargo en más de un siglo. Se trata -y aquí sí diré nombres- de María Del Mar Palau Madriñán (nieta de mi profesor de literatura, el doctor Jaime Madriñán Diez, en mi ya lejana adolescencia) y que tiene la difícil tarea de acrecentar el liderazgo cívico, social y empresarial de esta querida institución tan caleña como ella.

Y hablando nacionalmente, es posible que tengamos una presidente mujer, vallecaucana, además.

Sé que se me quedaron en el tintero un montón de mujeres exitosas, pero es que no gozo de la extraordinaria memoria femenina de ellas, a quienes que no se les olvida nada.

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Posdata: ¿Entonces cuál sexo débil?

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Posdata 2: Yo hablo bien de Cali. ¡Hazlo tú también!