Opinión
Relevo en la Javeriana Cali
Tuvo claro Felipe que las capacidades de la comarca son realizables siempre que logremos unir esfuerzos para aclimatar la paz...
Hace unos doce años me invitaron a almorzar con un jesuita que acababa de ser nombrado Rector del Colegio Berchmans. Al avanzar la conversación, Luis Felipe Gómez Restrepo, que así se llamaba el agasajado, fue dejando traslucir su rica personalidad, su talante pragmático y su pasión por hacer un mejor país. También supe que era hijo de Hernando Gómez Otálora, abogado y economista, quien se destacó como ministro de Estado, magistrado de la Corte Suprema y Rector de la Universidad de los Andes. Hernando dictaba la cátedra de Derecho y Desarrollo, siendo uno de los profesores más apreciados de la Javeriana por la época de mi formación profesional.
Tras concluir sus estudios incluyendo el MBA y la maestría en Economía, Felipe sintió el llamado vocacional e ingresó a la Compañía de Jesús. Sin embargo, circunstancias familiares lo alejarían de ese cometido debiendo encargarse de la dirección del periódico La Patria de Manizales, adquirido por su abuelo José Restrepo hacia 1940.
Felipe impuso el principio de que un medio escrito es ante todo propiedad de la comunidad. En este orden de ideas se dio a defender los valores ciudadanos, promover los intereses regionales y propiciar la inclusión social. Con coraje ejemplar enfrentó la politiquería criminal que tanto daño le había hecho a Caldas.
Ya de vuelta a la vida religiosa recibió la ordenación sacerdotal. En Cali tras su paso por el Berchmans siguió a la Javeriana como decano de la facultad de Ciencias Económicas y luego como Rector seccional, una tarea plena de realizaciones que se extendió por nueve años y ahora culmina. Durante su rectoría se crearon cuatro programas de doctorado y seis de pregrado; se obtuvo la acreditación institucional de alta calidad por diez años y la acreditación internacional para los programas de ingeniería y administración. Además, se fundaron los institutos de Estudios Interculturales y de Ciencia Omicas, y llegaron a seiscientos los alumnos enviados anualmente al extranjero.
Tuvo claro Felipe que las capacidades de la comarca son realizables siempre que logremos unir esfuerzos para aclimatar la paz, el aporte empresarial esté guiado por la innovación y se profundice la articulación de academia y empresa privada. Estas consideraciones lo llevaron a sumarse a la Arquidiócesis para superar la crispación y construir armonía durante el paro del 2021. Entre tanto, como presidente de la organización de universidades del sur occidente (Cidesco), luchaba por afianzar la calidad de la educación superior regional. Sus aportes le valdrían el reconocimiento de esa asociación, de varias universidades colegas y del gobierno del Valle.
Este buen caleño por adopción, admirado colega opinador, afronta nuevos destinos. Para él van nuestro agradecimiento inmenso y el deseo de que la fortuna acompañe siempre su andar.
A la rectoría de la Javeriana Cali llega el P. Vicente Durán SJ, doctor en filosofía con honores Suma Cum Laude, de una prestigiosa universidad alemana y quien posee amplísima experiencia académica adquirida como decano y Vicerrector Académico de la Javeriana Bogotá. Siendo niño, Vicente habitó nuestra ciudad con su familia y aprendió sus primeras letras en el Liceo Francés. Vuelve así lleno de entusiasmo a ponerse al servicio de esta tierra de oportunidades y desafíos que siempre ha estado en su corazón.