Soñar y actuar

¿Será posible que por fin los caleños tengamos un medio de transporte férreo que conecte a Cali con las ciudades de Jamundí, Yumbo y Palmira, de manera cómoda y rápida; que genere menos contaminación y promueva la equidad y productividad? ¿Que permita a la ciudad contar con una red integrada de movilidad sostenible y eficiente, pero sobre todo que impacte positivamente la calidad de vida de los ciudadanos?

Para lograr este anhelo es fundamental sacar adelante y hacer realidad el Proyecto Férreo Intermunicipal de Pasajeros de alcance Regional, Tren de Cercanías del Valle del Cauca, TCV. Este es un proyecto que viene trabajándose desde hace más de seis años, y que gracias a la articulación público-privada que ha liderado Propacífico, ha logrado trascender diversas administraciones y necesitará el empeño de todos, empezando por los nuevos gobernantes, para que siga siendo una prioridad y siga avanzando hasta su realización.

El diseño contemplado actualmente y validado por los estudios de factibilidad, comprende 73,4 kilómetros en dos tramos, en su mayoría utilizando la red férrea existente. El primer tramo comprende Cali – Jamundí y Cali – Yumbo, el segundo va de Cali – Palmira e incluye un ramal al Aeropuerto. En su totalidad tendrá 48 estaciones, 86 trenes y operará por alimentación eléctrica.

El Tren de Cercanías es quizás el proyecto de infraestructura más importante del departamento y de la ciudad. Se espera que su primera fase, que conectará Cali con Jamundí, salga a licitación el próximo año, pues ya finalizó el proceso de factibilidad que se encuentra radicado para aval técnico ante el Ministerio de Transporte. Esta requiere de una inversión de $4,5 billones de pesos, se proponen 21 estaciones de andén centrales, 18 de ellas en el área de Cali, de la cuales 11 estarían integradas al sistema de transporte masivo de la ciudad, MÍO, y tres identificadas en el municipio de Jamundí. Se ha estimado que con la construcción del primer tramo pueden generarse entre 5.000 y 10.000 empleos.

Adicional al impacto en movilidad del Tren de Cercanías, es importante considerar los efectos de este proyecto en materia de desarrollo urbano, transformando el entorno por donde pasa su trayecto y promoviendo una relación distinta del ciudadano con el espacio público de calidad.

Proyectos de esta envergadura se hacen por fases, con sustento técnico y a partir de información rigurosa. Por eso lo que se requiere ahora es darle un espaldarazo desde todos los sectores. De la mano de nuestros gobernantes, el bloque parlamentario y Propacífico, se necesita que todos los ciudadanos, gremios y la academia nos unamos para que también sea una prioridad en la agenda del Gobierno Nacional y avance a plena marcha durante el próximo cuatrienio.

En ese propósito hay que celebrar y es motivo de optimismo el sentido de articulación, trabajo conjunto y colaboración de nuestros gobernantes electos. Tanto la gobernadora Dilian Francisca Toro, como el alcalde Alejandro Eder han dado señales fundamentales de un trabajo colectivo que permitirán impulsar, además del tren, los temas sociales y de seguridad que tanto nos preocupan actualmente.

El Tren de Cercanías tiene un valor estratégico determinante en la reactivación de Cali y permitirá revivir el orgullo por nuestra región. Demostrará que sí somos capaces de sacar adelante proyectos de gran complejidad y de un incalculable beneficio. Se vale soñar como caleños y vallecaucanos en que este será una realidad, haciendo de nuestra región una más competitiva, gracias a un modelo de movilidad integrado, articulado, sostenible, beneficiando a los ciudadanos con un óptimo servicio de transporte público. Soñemos, pero también actuemos. @Juanes_angel