Opinión
¿Para cuándo?
En medio de esas diferencias que impiden la entrega definitiva de las obras, se deterioran las estaciones ya construidas, y lo adelantado se encuentra abandonado...
El 17 de junio era el día en el que el segundo tramo de la Troncal de Oriente, el corredor vial del Sistema de Transporte Masivo de Cali que debió ser la prioridad hace 19 años, se les debía entregar a los caleños en pleno funcionamiento. Hoy la obra sigue allí, lista a la vista de todos, pero sin que se ponga al servicio de la ciudad, como se necesita.
De la expectativa se ha pasado a la desconfianza. A cuatro meses de terminar el gobierno de Jorge Iván Ospina hay temor de que la Troncal de Oriente se convierta en una nueva decepción, que no se acabe lo poco que falta y ese corredor que pasa por los sectores con mayor afluencia de usuarios del MÍO se quede sin operar como lo reclama la comunidad.
Hace poco las noticias eran positivas, se esperaba que con la Troncal se le diera vitalidad y algún respiro a un sistema que pasa por dificultades y tiene su continuidad en riesgo.
Los problemas financieros de Metrocali, las deudas que acarrea con los operadores, los actos vandálicos a los que han sido sometidos su infraestructura y los buses, así como la competencia desleal del transporte pirata le han pasado factura al Masivo de Occidente.
Con la habilitación de los 13 kilómetros de la Troncal construida en la Autopista Simón Bolívar, al oriente de Cali, que sale desde la Estación Menga en el Norte y va hasta la Terminal de Calipso en el Sur, el sistema de transporte debería ser más eficiente, atraer una mayor demanda diaria de usuarios y empezar así a crecer el parque automotor del MÍO puesto al servicio de los caleños. Pero hasta la fecha no pasa nada, mientras Metrocali y la firma constructora le achacan al otro la responsabilidad.
Así, en medio de esas diferencias que impiden la entrega definitiva de las obras, se deterioran las estaciones ya construidas, y lo adelantado se encuentra abandonado, a merced de la inseguridad y del vandalismo que además se han ensañado contra el transporte masivo de Cali.
Y con ese panorama preocupante, no tiene sentido que ahora se anuncie la apertura de una licitación para rehabilitar 14 kilómetros de la vía mixta en la Autopista, por un valor de $40.000 millones. La prioridad para la Administración Municipal debería ser acabar lo empezado, inaugurar las obras aún inconclusas y no someter a la ciudad a un nuevo caos en una vía con alta afluencia de tráfico y que lleva años padeciendo por la troncal inconclusa.
A la ciudad hay que hablarle con seriedad y respeto sobre lo que sucede con la Troncal de Oriente, esperada por tan largo tiempo. Que se les diga a los caleños cuándo se les entregará ese corredor del MÍO, que puede significar la solución a los problemas de movilidad ciudadana y de paso un impulso para el Sistema de Transporte Masivo de Cali.
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