Canciller aseguró que enviar embajador a la posesión de Maduro no significa reconocer su gobierno

El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, aseguró que la participación del embajador Milton Rengifo en la toma de posesión de Nicolás Maduro no representa un reconocimiento al gobierno venezolano.

En diálogo con Blu Radio indicó que el país se mantiene firme en su posición de desconocer los resultados electorales de los comicios presidenciales debido a la ausencia de actas públicas que permitan verificar quién obtuvo la mayoría de sufragios.

Ante el cuestionamiento del por qué se envió al embajador Rengifo a participar en la ceremonia, manifestó que fue producto de una revisión amplia sobre las relaciones históricas entre las dos naciones.

En ese sentido, el Canciller sostuvo que el Gobierno colombiano tomó la decisión de no enviar a ningún funcionario de alto nivel como el Presidente de la República; sin embargo, era necesario estar representados por una figura en la toma de posesión.

No obstante, el representante del gobierno del presidente Gustavo Petro manifestó que una de las premisas durante los próximos meses será sostener los diferentes canales de comunicación con Venezuela considerando la importancia del comercio bilateral y la actividad fronteriza.

Murillo indicó que la reanudación de las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países ha tenido un impacto económico bastante considerable para Colombia, además se ha permitido trabajar en diferentes estrategias de seguridad encaminadas a proteger la frontera binacional.

El diplomático expresó que las cifras económicas reflejan una mejoría sin precedentes, en este caso se pasó de cero a más de 1.200 millones de dólares.

Una política con criterios de estabilidad

A juicio del Canciller, es importante que la política exterior de Colombia sea sinónimo de estabilidad con Venezuela, en especial por la gran cantidad de habitantes de ese país que viven en territorio nacional.

Para Murillo, es clave que las decisiones sobre el manejo de las relaciones con el gobierno venezolano sean sin obedecer a ningún tipo de presión externa o que vaya encaminada a afectar a la ciudadanía de ambos países por la suspensión de servicios consulares y diplomáticos.