Los 'millennials', una generación sin compromiso

Digitales, multifacéticos, emprendedores, líderes y con bastante sed de conocimiento son algunas de las cualidades que describen a los ‘millennials’ (nacidos entre 1980 y 2000). Sin embargo, estos adultos contemporáneos se resisten al compromiso: no desean casarse, ni conformar una familia y mucho menos criar hijos.

En la actualidad, la sociedad está en camino de registrar las tasas más bajas de matrimonio al llegar a los 40 años, en comparación con cualquier otra generación.

Según un reciente informe del Urban Institute, centro de reflexión ubicado en Washington D.C., el cual realiza investigaciones de política económica y social a nivel mundial, más del 30 % de las mujeres ‘millennials’ seguirán siendo solteras a los 40 años si la tasa actual se conserva. A diferencia de las mujeres de la Generación X (de los nacidos entre los años 1960-1984), que ya estaban casadas antes de esa edad (el 82 %). Y del 76 % de los hombres de esa misma generación que ya había dado el ‘sí’ antes de llegar al cuarto piso.

Para María Teresa Marín Hurtado, psicóloga de la Clínica Sebastián de Belalcázar de Cali, la decisión de los ‘millennials’ se debe a que “estas personas no se rigen por estándares de las generaciones anteriores. Eso de la cultura del ahorro, de la disciplina, no es garantía de estabilidad para ellos; tienen una visión de la vida más libre, más autónoma y ¿por qué no decirlo?, el objetivo común de esta generación es divertirse y disfrutar de manera individual”.

Ahora bien, según Marín Hurtado, este aspecto no debe ser visto como negativo, simplemente hace referencia al modelo de educación familiar por el cual se vieron permeados en su mayoría. Debido a que en la actualidad, tanto madres como padres deben salir a trabajar, los jóvenes “no tienen ese apoyo, ese acompañamiento o ese modelo permanente de qué es lo que se debe hacer y entonces se introyectan (incorporan a su estructura mental y emocional) diferentes formas influenciados por los medios de comunicación y las tecnologías”, afirmó la psicóloga.

La democratización de la información mediante la tecnología ha hecho de los ‘millennials’ una generación poderosa, capaz de retar a sus antecesores y de alguna u otra manera, ha hecho que el orden para conseguir y potenciar sus sueños sea diferente.

“La tecnología abre sus mentes hacia otras posibilidades que generaciones anteriores no teníamos. Contábamos con formas de comunicación muy básicas: la radio, la prensa, y la televisión no representan la inmediatez que se presencia actualmente”, agregó Marín.
Gabriela Barbetti Rondón, estudiante de Cine y Comunicación digital de la Universidad Autónoma de Occidente, explica que ella no encuentra como prioridad en su vida conformar una familia sin antes haber conocido, aprendido y experimentado lo necesario.

“Es por la inmediatez en la que estamos inmersos, debido a que todo es rápido y que estamos conectados en todo el mundo, que apreciamos el tiempo, nos es tan valioso que lo que menos necesitamos es construir pacientemente una familia, sabiendo que podríamos estar dedicando ese tiempo en viajar, aprender algo nuevo”.

Los ‘millennials’ son una generación marcada por la tecnología, por lo cual, el 15 % de ellos tiene celular(es), computador y tableta, indicó estudio
de Target Group Index.

Otra de las principales razones por las cuales los ‘millennials’ le huyen a casi cualquier tipo de compromiso, es explicado por el sociólogo Esteban Montaño Vásquez, en la manera cómo se articulan los procesos de contratación en las empresas. Un ejemplo de ello es que, en cierto modo, han desaparecido los contratos a término indefinido.

También, Montaño hace referencia a la dificultad de las nuevas generaciones para insertarse en modelos empresariales ya constituidos, lo cual, ha conllevado a que busquen nuevos modelos de negocio, como el emprendimiento. Según cifras de la revista Portafolio, Colombia ocupa el escalafón número 19 a nivel mundial de capital humano emprendedor y el primer lugar en Latinoamérica.

Asimismo, en una reciente publicación del Washington Post se socializaron los tres motivos principales por los cuales los jóvenes de hoy deciden no contraer matrimonio: el primero de ellos hace referencia al costo que conlleva celebrar una boda. En Colombia, el costo promedio para una boda de 100 invitados se encuentra entre los 30 y 40 millones de pesos. En algunas ocasiones, solo el vestido de novia puede costar $15 millones.

El segundo motivo contempla la falta de credibilidad hacia la Iglesia por parte de las nuevas generaciones, lo que hace que no se sientan en la necesidad de oficializar sus compromisos, pues ya no pesa el estigma social de las parejas que viven “en pecado” sin haber contraído matrimonio. “La relación de la Iglesia con grandes acontecimientos negativos y catástrofes a nivel mundial siempre ha existido, es solo que hasta ahora tenemos la posibilidad de verlo”, expresó David Rodríguez, periodista egresado de la Universidad Autónoma de Occidente.

Por último, el Washington Post en su tercer motivo expone la diversidad de alternativas que tienen los ‘millennials’ a la hora de elegir aspectos sobre su futuro. “Estamos en una sociedad en la cual las personas buscan su beneficio propio, las individualidades y el poder adquisitivo son fundamentales para el reconocimiento social y esto causa que las personas piensen que construir algo al lado de alguien más y depender de ello en cierto modo es imposible”, comentó Daniel Jaramillo, estudiante de psicología de la Universidad de San Buenaventura Cali.

Incertidumbre respecto al futuro: con el calentamiento global y las grandes problemáticas medioambientales evidenciadas durante las últimas décadas, los jóvenes prefieren apoyar causas dedicadas a la preservación del medio ambiente antes que conformar una familia.

La paternidad es egoísta: esto se debe a que en la actualidad es común el pensamiento de que las condiciones socioculturales no son las más adecuadas para brindar una vida digna a los hijos y esto hace que los ‘millennials’ se resistan a la paternidad.

El sueldo no alcanza: la economía mundial es cambiante con el paso de los años y el empleo disminuye a pasos agigantados, por esta razón, la distribución del dinero en los diferentes hogares no es el más óptimo para subsistir, y menos, cuando una gran cantidad de jóvenes dependen económicamente de sus padres.