Turismo
Tumaco, entre marimbas, tambores y un renacer
La versión 2025 del Carnaval del Fuego mostró lo mejor de la alegría, la culinaria y la cultura de la ‘Perla del Pacífico’.

El sol se despide en el horizonte, bañando de tonos dorados y naranjas las aguas del océano. Tumaco, la ‘Perla del Pacífico’, brilla con un resplandor especial, un destello de cultura, tradición y alegría que aún se respira en sus calles, tras la mágica celebración del Carnaval del Fuego.
La fiesta, que cada año se convierte en un faro de esperanza y unidad, dejó en este 2025 una huella imborrable en todos los corazones que la vivieron.

Desde el 27 de febrero hasta el pasado 4 de marzo, Tumaco vibró al ritmo de la marimba, el currulao y los tambores, transformándose en un escenario donde la danza y la música se fusionaron con el alma de su gente.
Más que una fiesta, ese carnaval es un homenaje a la historia y la resiliencia de un pueblo que, tras los incendios que marcaron su pasado, convirtió las llamas en un símbolo de renovación y celebración.
Las calles de Tumaco se convirtieron en un río de color y alegría. En cada esquina se escuchaban los ecos de la música ancestral, los gritos de júbilo de los niños y el retumbar de los tambores. Los barrios se llenaron de vida con las comparsas que, con trajes vibrantes y coreografías ensayadas por meses, encendieron el espíritu de la festividad.
El desfile náutico, uno de los eventos más esperados, ofreció un espectáculo sin igual. Las embarcaciones adornadas con luces y colores surcaron el mar con elegancia, llevando a las candidatas del reinado en una procesión flotante que reflejaba la grandeza y la identidad de esta costa. En tierra, las comparsas recorrieron las calles con su energía contagiosa, recordándoles que la alegría es el mejor puente hacia la paz.
Este año, el Carnaval del Fuego también fue un reflejo del compromiso de Tumaco con la seguridad y el bienestar de sus habitantes y visitantes. Gracias a un trabajo coordinado entre la Alcaldía, la Policía, el Ejército y la comunidad, la festividad transcurrió en un ambiente de tranquilidad y respeto.
El alcalde local, Félix Henao, destacó la notable reducción en los índices de criminalidad y la consolidación de este municipio como uno de los más seguros del Pacífico colombiano.
“Hemos trabajado incansablemente para garantizar que, tanto locales como turistas, disfruten de nuestra tierra sin preocupaciones. Hoy, podemos decir con orgullo que Tumaco es un destino seguro para todos”, afirmó.

La estrategia de seguridad incluyó patrullajes constantes, refuerzo en los accesos a la ciudad y campañas de sensibilización para la convivencia pacífica. Gracias a esas acciones, el carnaval no solo fue una muestra de cultura y tradición, sino también un ejemplo de organización y armonía.
Pero la fiesta no solo se vivió en escenarios y calles, también en cada plato servido. La sazón tumaqueña, rica en sabores del mar y la tierra, fue protagonista indiscutible. Desde el encocado de mariscos hasta el tapado de pescado, cada bocado contó una historia de tradición.
Los visitantes tuvieron el privilegio de conocer la Ruta Gastronómica del Carnaval, haciendo paradas en restaurantes emblemáticos como Sazón Shaira, donde la bala de plátano rellena de toyo conquistó los paladares, o en El Fogón, donde la cocinera tradicional Carmelina Valencia ofreció su legendario ‘come reyes’.
La Charruquería deleitó con su variedad de bebidas artesanales, desde viche hasta licores exóticos de asaí y borojó, cerrando con broche de oro en Frutos Sabores del Campo, un espacio dedicado a los productos locales.
Más allá de la celebración, el Carnaval del Fuego 2025 se convirtió en un modelo de convivencia y desarrollo, demostrando que Tumaco es un destino no solo hermoso, sino también seguro para el turismo.
Este año, la ocupación hotelera alcanzó cifras récord, con más de diez mil visitantes que dinamizaron la economía local, beneficiando a comerciantes, emprendedores y trabajadores informales.
El compromiso con la cultura ciudadana y la articulación con líderes comunitarios fueron igualmente clave para el éxito de esta edición festiva.
La comunidad, las autoridades y los artistas trabajaron de la mano para garantizar una experiencia inolvidable, en la que los valores de la paz, la inclusión y la identidad brillaron con luz propia en la Perla del Pacífico.

El Carnaval del Fuego no es solo una fiesta; es una invitación a conocer la esencia de Tumaco, a recorrer sus playas, a escuchar el susurro del mar y a perderse en la calidez de su gente. Es una experiencia que va más allá del jolgorio: un homenaje a la vida, la cultura y la resiliencia de un pueblo que sigue ardiendo de amor por su tierra.
Si este año, el fuego lo atrapó con su magia, no dude en volver. Y si aún no ha vivido esa festividad, prepárese, porque Tumaco ya está trabajando para que en el 2026 sea aún más grandiosa. Allí, entre marimbas, atardeceres de fuego y el sabor del Pacífico, lo espera una historia que merece ser contada y vivida.
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