Cerca de 800 jóvenes bailarines de salsa de Cali se quedaron sin la posibilidad de participar en el Salsódromo de este año, luego de que cuatro asociaciones se bajaran del evento al no llegar a un acuerdo con Corfecali para mejorar las condiciones del contrato para los artistas.
Estas son: Asociación de Bailarines de Salsa de Cali (Asosalcali), Asociación Colombiana de Bailarines de Salsa (Asobasalsa), Distrito Salsa y la Federación de Bailarines y Orquestas Afines a la Salsa (Fedesalsa).
Todo empezó por la falta de pago a las escuelas de la ciudad por parte de Corfecali, algo que se venía presentando desde el mismo día en que finalizó el evento del año pasado.
Hace dos semanas, finalmente, la entidad organizadora de la Feria de Cali logró saldar ese compromiso con las escuelas, sin embargo, no era suficiente.
“Nosotros elaboramos una investigación, hicimos unas evaluaciones sobre el Salsódromo del año anterior para saber qué deberíamos cambiar y estar mejor este año, resultaron alrededor de 11 puntos”, explicó Carlos Trujillo, director de Asosalcali.
Luego de una reciente protesta que estos grupos realizaron, Corfecali accedió a recibirlos en una mesa de trabajo para discutir sus peticiones.
Una de ellas era que se aumentara el pago a las escuelas participantes en un 20 %, pasando de $ 43 millones girados en 2022 a $ 51.6 millones este año, pero solo se logró un incremento del 17 %.
“Siempre hay una distorsión de la realidad diciendo que toda la plata nos la llevamos las asociaciones de salsa, pero eso no es así. Para que entiendan, si pagaran el aumento de $ 50 millones, que son para pagarle a 40 artistas, cada uno se ganaría cerca de $ 1.200.000, pero como esos no son los únicos gastos; hay que poner el vestuario, el transporte, refrigerios, la seguridad social, impuestos... esos chicos se vienen ganando como 50.000 pesos por día, eso es inconcebible”, añadió Trujillo.
Adicionalmente, pidieron que les entregaran un borrador de lo que sería el contrato con Corfecali y que se incluyera una cláusula en la que dijera que si la entidad incumplía con las fechas de los pagos, podría acarrear sanciones incluso económicas.
“El problema de todo esto es la confianza, nosotros perdimos la confianza en una entidad que hemos querido toda la vida y esta solo se gana con buenos manejos”, expresaron.
De igual manera, cuestionaron una conducta “falta de ética” de Corfecali, ya que estaría tratando de contactar a algunas escuelas de manera directa, saltándose la figura de la asociación.
“Eso no está bien, son nuestros procesos asociativos y es una falta de respeto hacia nosotros. Es como si nosotros llamáramos a los trabajadores de Corfecali y nos metiéramos con su forma interna de manejar las cosas”, criticó Luz Ayde Moncayo, directora de Asobasalsa.
Otro punto importante es la mejoría del trato hacia los bailarines y escuelas, ya que, revelaron, en muchas ocasiones son expuestos a malas condiciones. Mientras tratan de maravilla a los artistas extranjeros, esa misma relación con los locales es un problema, comentaron.
“Nosotros sabemos que el Salsódromo es un evento en el que contratan a las escuelas para un servicio y que, en realidad, no es que se haga algo por fortalecer los procesos de formación artística de estas. Sería importante analizar si el Salsódromo fue creado para esto o si se convirtió solo en un evento y ya”, dijo John Freddy Herrera, director de la escuela Combinación Rumbera.
Corfecali respondió
La Corporación de Eventos, Ferias y Espectáculos (Corfecali) manifestó que nunca se le impidió a estas asociaciones participar en el Salsódromo, sino que estas no se presentaron al selectivo para escoger a las escuelas que harán parte del evento.
“En Cali hay aproximadamente unas 120 escuelas de salsa, de las cuales se presentan al Salsódromo por lo general unas 60 para finalmente escoger 30 escuelas”, explicó Argemiro Cortés, gerente de Corfecali.
Al evento de este año se presentaron 50 escuelas, por lo que está garantizada la participación de las 30 mejores para este año.
Sobre la mesa de trabajo con las asociaciones que no participaron, Cortés declaró que no es cierto que no hayan tenido voluntad para ceder en los puntos discutidos, sino que legalmente no podían aceptar algunos de ellos.
“Pedían ajustes en el diseño del Salsódromo, pedían más boletas, es decir, una serie de condiciones en las que accedimos a unas y en otras no. Seguramente hay que recoger esas iniciativas para el próximo año y espero que en el gobierno entrante se den las condiciones para hacer esos ajustes”, concluyó el gerente de Corfecali.
Logros de la mesa de trabajo
Pese a que las asociaciones no llegaron a acuerdos sobre los puntos más importantes que querían discutir, sí lograron que Corfecali accediera en algunos asuntos:
- A la vieja guardia se le reconocerá un presupuesto de categoría 1.
- Se mantendrán las 5 alas que hacen parte del desfile, teniendo en cuenta que Corfecali quería quitar una. Las alas son los bloques de bailarines que hacen parte del evento, se estima que cada uno tiene un aproximado de entre 180 y 200 artistas.
- También se seguirán seleccionando 30 escuelas para el desfile y no 28, reducción que tenía presupuestada Corfecali.