La crisis del sistema de salud en el Valle del Cauca se agudiza con el cierre de unidades de ginecobstetricia y neonatología en clínicas privadas, dejando a cientos de mujeres embarazadas y recién nacidos sin acceso oportuno a atención médica. El caso más reciente es el de la Clínica Farallones en Cali, que anunció el cese de estos servicios debido a la falta de recursos por los millonarios atrasos en los pagos de las EPS intervenidas por el Gobierno Nacional.

Clínica sin recursos para atender a mujeres embarazadas y recién nacidos | Foto: Getty Images

Según Jorge Encizo, presidente de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos (Fecolmed), la crisis financiera es insostenible. La clínica decidió cerrar estos servicios porque no son rentables, y no lo son por dos cosas: primero, las tarifas y precios que se pagan por la atención en estos servicios son muy bajos y segundo, porque las EPS, a pesar de lo que ha dicho el gobierno, no se ha puesto al día con sus deudas. Entonces, estos son servicios prácticamente quebrados”, señaló.

La secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, también alertó sobre la situación. En lo privado hay cierre de servicios, como los de pediatría, de ginecobstetricia y muchas especialidades, porque no hay cómo financiarlos. Es crítica la situación financiera en lo público y lo privado, advirtió.

Entre las razones del cierre, Lesmes destacó que como estás áreas ofrecen “servicios que obligan a tener personal especializado las 24 horas al día, haya o no pacientes, haya o no pagos. Requiere especialistas, médicos generales, enfermeras, no solo el ginecólogo, sino el pediatra, son servicios supremamente costosos, que son los primeros las instituciones deciden cerrar, sobre todo las privadas, ante la imposibilidad del mantenimiento”, declaró la funcionaria, citado por Blu Radio.

clínica Farallones cierra unidad de recién nacidos y deja a 28 especialistas sin empleo | Foto: Getty Images

Andrea Gómez Perdomo, ginecobstetra afectada por la decisión, expresó su preocupación y tristeza por la situación que enfrenta el sector salud.

“El cierre de unidades obstétricas en nuestro país es excesivo. Nuestros niños ya no van a tener dónde nacer. Hoy se suma el cierre de la unidad de alto riesgo de la Clínica Farallones, la cual me deja un hueco en el alma”, escribió en redes sociales.

Además, expuso que el cierre de esta área en dicho hospital ha dejado sin empleo a 19 ginecólogos y nueve neonatólogos, profesionales que atendían partos de alto riesgo y supervisaban la evolución de los bebés en sus primeras horas de vida.

El cierre de estas unidades médicas no solo deja sin empleo a especialistas, sino que pone en riesgo a mujeres embarazadas y recién nacidos que requieren atención especializada. Gómez Perdomo alertó sobre la falta de oportunidades laborales para los médicos afectados. “Han cerrado tantas unidades y somos muchos ginecólogos y neonatólogos. No hay espacio para todos”, lamentó.