El exministro colombiano Andrés Felipe Arias, preso en EE. UU. mientras se resuelve si es extraditado, dijo que algo "está podrido" en su país, pues hace cuatro años recibió de jueces "corruptos" e "ilegítimos" una "condena descabellada" por un delito que, según él, no cometió y además no puede apelar.
En una "Carta abierta a los colombianos", a la que Efe tuvo acceso hoy, Arias relata la "tribulación aguda y dolorosa" que le ha causado a él y su familia la condena a 17 años de cárcel que la Sala Penal de la Corte Suprema de su país le impuso en 2014 por el llamado caso del programa Agro Ingreso Seguro.
El caso que involucra a Arias, muy cercano al senador y expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), fue un programa para otorgar créditos blandos a pequeños agricultores para instalar sistemas de riego, del que se aprovecharon grandes terratenientes.
Lea también: Roberto Prieto, exgerente de campaña de Santos, pagará cinco años de cárcel
El exministro de Agricultura, que llegó a Estados Unidos casi en coincidencia con el anuncio de la condena y pidió asilo político, reitera su inocencia y pide a los colombianos que, dejen de lado sus "prejuicios" hacia él y le escuchen.
"Jamás me robé un peso, ni permití que otros robaran", señala Arias, quien es solicitado por la justicia colombiana por los cargos de peculado a favor de terceros y celebración ilegal de contratos, los mismos por los que fue condenado en Colombia.
En la carta afirma que fue condenado por tres convenios que suscribió como ministro con un órgano adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA) para operar el programa Agro Ingreso Seguro y que esos convenios eran "jurídicamente idénticos" a más de 130 suscritos durante los últimos 25 años.
El exministro asegura que ha pagado "el precio del odio político y la corrupción de los jueces" y pone una serie de ejemplos de las "anomalías" que supuestamente se registraron durante el proceso.
Es más, dice, "los particulares que realmente estafaron al programa Agro Ingreso Seguro (un programa de apoyo a pequeños agricultores) no pagaron ni un solo día de cárcel", subraya.
Arias, que recuerda que lleva 382 días privado de libertad en Estados Unidos, se queja de que la Sala Penal se niega a concederle el derecho a apelar una condena que considera "injusta".
"Supongo que algunos de sus magistrados temen que se me permita desnudar todas las anomalías que cometieron en mi contra", dice.
Menciona al respecto el entramado de corrupción con el que han sido vinculados magistrados de la Corte Suprema colombiana, lo que se conoce -dice- como el "Cartel de la Toga", un "grupo de jueces mayoritariamente corruptos y, por ende, ilegítimos".
Subraya también que el único magistrado que no aparece mencionado en las grabaciones de la DEA (agencia antidrogas de EE.UU.) que desnudaron el "entramado de corrupción", fue precisamente el que votó en contra de su condena.
"Algo está podrido cuando la justicia se utiliza para saldar odios y cuentas políticas", dice Arias.
Quien fuera ministro de Agricultura durante la presidencia de Álvaro Uribe, fue detenido en el sur de Florida en 2016 y sometido a un juicio de extradición, que todavía no ha agotado todas sus instancias, aunque dos jueces se han pronunciado ya a favor de enviarlo a Colombia.