Por Juan Carlos Moreno Urán, reportero de El País
Como de esas cosas mágicas que traen los ríos cuando se conectan entre sí, por el río Yurumanguí, en Buenaventura, viajaron entre abozaos, currulaos y jugas, el grupo Matachindé a encontrarse con los hijos e hijas de la diáspora africana en el río Misisipi en Nueva Orleans, Estados Unidos.
El Festival de Jazz que allí se realiza, este año recibió al grupo para poner a gozar a todos sus asistentes y presentar lo mejor de la música del Pacífico surcolombiano, en una puesta artística que dejó impactados a sus espectadores por la gran fuerza de la música tradicional que entraña a las comunidades que rodean el río Yurumanguí.
Jisela y Jessica Angulo Aramburo, son las directoras del grupo Matachindé; y en entrevista para El País, Jisela contó cómo fue el proceso de llegar al Petronio y de cómo estuvieron a punto de renunciar antes de intentarlo por cuarta vez en el 2023, algo que los había desanimado como agrupación.
¿Qué significó ser representantes de la música del Pacífico y de toda la comunidad que habita el río Yurumanguí en un festival de jazz en Nueva Orleans?
Bueno, nosotros, al ganar en el Petronio Álvarez, encontramos que no fue una tarea fácil. Fueron prácticamente cuatro intentos donde ya estábamos casi rendidos. Decidimos intentarlo una última vez, pensando que si pasábamos, ganaríamos, porque la agrupación ya estaba un poco desanimada.
Finalmente, al ganar en la categoría de marimba y cantos tradicionales en el año 2023, fue muy significativo para nosotros. Esta victoria nos permitió abrir puertas y llevar nuestra música al Festival de Jazz de Nueva Orleans, una experiencia muy importante. El trabajo que presentamos allí gustó mucho, tanto la música como los trajes y el grupo en sí. Todo esto es fruto de un esfuerzo que venimos realizando desde hace mucho tiempo, no es algo reciente.
Llegar al Festival de Nueva Orleans no fue fácil, tuvimos que recorrer un camino de prácticamente diez años. Al ganar el Petronio Álvarez, se nos dio la oportunidad de representar a Yurumanguí, Buenaventura, el Valle e incluso a Colombia a través de nuestra música. Para nosotros, es un orgullo enorme poder representar y llevar nuestra tradición a un escenario que, al menos para mí, era inimaginable. Un logro muy importante tanto para mí como para la agrupación y para la comunidad de nuestro río.
¿Cuál es el alma de las composiciones que realizan?
Todas nuestras canciones son tradicionales del río Yurumanguí. Normalmente, eran creadas por nuestros ancestros y nosotros hemos seguido llevando esa tradición.
Las composiciones que hemos hecho, las elaboramos mi hermana y yo dentro de la agrupación, siempre inspirándonos en un hecho, una historia o algo relevante que haya pasado en el río.
Los arreglos musicales los realizamos nosotros mismos con el maestro Wilmer Venté, quien significativamente aporta musicalmente a la agrupación.
Tenemos una música tradicional que es el manacillo. Y como lo hacemos normalmente, no lo tocamos con marimba, sino solo con bombo, cununo, guazá y las voces de las cantadoras.
Esta es una tradición del río Yurumanguí, específicamente celebrada en San José y Juntas de Yurumanguí. Tiene que ver con la fiesta o conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo, y se celebra especialmente en Semana Santa. El manacillo se caracteriza por el uso de máscaras y trajes que representan esta tradición, siendo una de las más representativas del río Yurumanguí en este momento. Cantamos con el alma porque esto es lo que caracteriza a Matachindé. La máscara simboliza las burlas de los judíos hacia Cristo durante su crucifixión, y es un atuendo que utilizamos en el escenario.
¿Cómo destaca esa labor que ustedes están haciendo de preservación cultural y musical?
Tenemos un apoyo masivo, no solo de la comunidad del pueblo donde vivimos, sino también de las que rodean el río. Representamos musicalmente al río Yurumanguí, y el apoyo que nos han dado ha sido bastante significativo. Esto nos anima mucho a seguir haciendo música porque, sin ellos y sin su respaldo, no seríamos nada. Traemos la tradición de la selva, donde mucha gente no llega y no conoce.
Es muy significativo para nosotros llevar nuestras tradiciones y mostrarlas en escenarios como el Petronio Álvarez y cualquier otro espacio. Representamos a nuestra comunidad por medio de la música y nos hemos convertido en un referente dentro del territorio, un referente de la música tradicional del Pacífico Sur.
Proyección de Matachindé
En este momento la agrupación se encuentra en grabaciones de un nuevo álbum que verá la luz en un par de meses. Su propósito es apoyar a las nuevas generaciones de músicos en el territorio, contando con más de cien niños y jóvenes apasionados por ser los nuevos exponentes de la música del Pacífico colombiano.
Nuevas generaciones de músicos se preparan en todo el territorio del río Yurumanguí, y esta agrupación acompaña la formación de más de 100 menores que quieren ser los futuros músicos de la región. Las personas interesadas en apoyar estos procesos pueden contactarlos en Facebook e Instagram: Grupo Matachindé. O al celular: 3215984571.