Las cerca de 1500 familias que habitan en zona alta de Jamundí, donde grupos armados libran una guerra por el control de cultivos de uso ilícito y las rutas del narcotráfico, se sienten en el peor de los mundos.
Por un lado, llevan varios meses en medio del cruce de disparos entre grupos ilegales en disputa por el dominio territorial; por el otro, el anuncio del Gobierno Nacional de que no harán parte del programa de sustitución de sus cultivos y que serían erradicados en contra de su voluntad.
Así lo asegura Libardo*, un campesino de San Antonio, en la zona rural de Jamundí, que reconoce que tiene cuatro plazas sembradas en hoja de coca y que pese a ello no se siente un delincuente porque, dice, no tiene otra opción de vida.
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“Cuando de esta finca salga un gramo de pasta de coca, podrán decir que soy un delincuente; mientras tanto soy un campesino cocalero que vive de la tierra de la única forma que podemos; abandonados por el Estado, que ni siquiera nos acepta sustituir los cultivos”, asegura Libardo.
Pero el mayor temor de los campesinos cultivadores de coca en San Antonio, Villa Colombia y La Liberia no es que el Gobierno Nacional no quiera aceptar su voluntad de sustituir la coca por otros cultivos, sino que se esté hablando ya en reuniones de erradicación y de fumigación.
Édgar Yandy, alcalde de Jamundí, aseguró que es innegable que hay presencia de cultivos de uso ilícito en la zona alta de su municipio y que son más de 1200 familias las que cultivan coca en la zona alta.
“Este es un tema y una situación muy difícil; estamos mirando la mejor manera de abordarla porque con el cambio de gobierno, Jamundí quedo por fuera del plan de sustitución de cultivos y lo que me dijo el Alto Comisionado del Posconflicto es que no hay plata y lo más grave es que hablan de erradicación y de fumigación aérea”, aseguró el alcalde Yandy.
Agregó el Mandatario que: “El Gobierno Nacional va a tener que mirar a Jamundí de manera diferente y hacemos un llamado a pensar en el municipio, pero como objeto de inversión social porque no nos están oyendo y nos pueden generar un problema social gravísimo. ¿Cómo les decimos a esas familias que arranquen los cultivos, que es de lo único que sobreviven, y se queden en sus fincas cruzados de brazos?”.
El plan es otro
En medio de la situación tensa que se vive en la zona alta de Jamundí, donde el Frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc le ha ganado el control al grupo ilegal de Los Pelusos, la comunidad recibió con desagrado la alerta lanzada por la Defensoría del Pueblo advirtiendo la presencia de miembros de los carteles mexicanos de la droga en su territorio.
“Es muy desafortunado, y además irresponsable, que el defensor del Pueblo salga a decir que los carteles mexicanos están operando en zona rural de Jamundí sin sustento y sin tener una sola prueba. Cuando llegaron Los Pelusos dijimos que es cierto porque los vimos y el acento al hablar era de nortesantandereano, pero esto de los mexicanos, al menos en Jamundí, es totalmente falso”, le aseguró a El País un líder veredal.
Agregó que “nuestro temor es que se pueda dar un falso positivo social y que con el cuento de los mexicanos se genere el ambiente propicio para que nos vayan a acribillar; que nos pongan en el paredón como objetivo militar de cualquier organización armada”.
John Freddy Gil, líder de la Coordinadora Nacional Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam) aseguró que los campesinos en Jamundí han querido transitar de los cultivos de uso ilícito a los de uso legal y no han sido escuchados.
“Es falso cuando se afirma que los cultivadores de coca de Jamundí no se han querido acoger al Plan Nacional Integral de Sustitución de Cultivos (Pnis); tenemos documentos de la voluntad manifiesta de acogernos en el marco del acuerdo de paz y no nos ha querido escuchar”, aseguró Gil.
“Ahora resulta que no somos jamundeños sino mexicanos; y que para combatir a los grupos armados ilegales van a arrasar también a los campesinos. Ahora, dicen que han hecho una caracterización y que nos va a erradicar porque hay pastusos y santandereanos. ¿Entonces los pastusos y los santandereanos no son colombianos y no tienen derecho a ser parte del Plan Nacional de Sustitución?”, se pregunta el dirigente de la Coccam.
Son nueve los municipios del Valle del Cauca en los que hay presencia de cultivos de uso ilícito.
Líderes y campesinos han asegurado que lo que no van a permitir es que ocurra como en otros municipios del Valle, donde la gente arrancó los cultivos hace más de un año y aún no les han hecho el plan de sustitución.
*Nombre cambiado por petición de la fuente.