La marca Giros y Finanzas es lo primero que se viene a la mente cuando de remesas se trata. Con una larga e impecable trayectoria de muchos lustros, esta empresa vallecaucana, por no decir caleña, es utilizada por cientos de miles de compatriotas residentes en el exterior para enviarles giros a sus parentelas residentes en nuestra región y en el país entero.
Iniciada como Casa de Cambios, por allá en 1995, y convertida después en Compañía de Financiamiento, es hoy el banco número 30 de nuestro país. Se trata de Banco Unión, el nombre más acertado para los actuales momentos y sobre el cual estoy seguro que mi colega Hernán Nicholls habría hecho una memorable campaña para abogar por la unión, en especial de los residentes en este suroccidente del país.
No ha sido Cali muy proclive a las actividades bancarias. Poco conocedor en la materia como soy, recuerdo a Corfivalle, Corfipacífico y a la FES, lamentablemente desaparecidas, así como Interbanco, porque lo que es el Banco de Occidente nacido en la Plaza de Cayzedo e incluso, el Banco Popular, levaron anclas hacia la capital.
O sea, que estábamos huérfanos de tener un banco de aquí, hasta que hace trece días nació por parto natural el Banco Unión, cuyos capitanes son unos caleños fotutos como Rodrigo y Jaime Otoya Domínguez y Carlos Ernesto Lora Rengifo, entre otros, que han mantenido un bajo perfil sin aspavientos de ninguna clase.
Contrario a lo que ha sucedido con el comienzo de otras entidades similares, el Banco Unión ha nacido con el bagaje de su mentora Giros y Finanzas, que cuenta con un millón doscientos mil clientes, distribuidos en 40 municipios, con 189 oficinas propias y casi 8000 corresponsales que garantizan una cobertura nacional, lo cual se traduce en solvencia, transparencia y respaldo.
Dirigido a un mercado en su mayoría de estratos populares, los 1500 empleados del Banco Unión seguirán con la política de austeridad, pero conservando la atención amable, eficaz y oportuna que ha caracterizado a sus padres putativos.
Teniendo como foco principal a la población migrante y a los receptores de remesas se fortalecerán los productos de créditos (libre inversión, tarjetas de crédito, cuentas de ahorro, tarjetas débito y micro-seguros, entre otros).
Pero también atenderá a los emigrantes con productos tales como la cuenta de ahorros digital, seguros y créditos, como el de vivienda, que les permiten a los connacionales que viven fuera de país adquirir vivienda, ya sea como inversión o para cuando decidan volver a su tierra.
Lego que soy en materia financiera - excuse me, ‘naides’ es perfecto-, el Banco Unión permitirá a los emigrantes nacionales abrir sendas cuentas de ahorros para que desde el exterior puedan administrar sus recursos, pagar servicios públicos de sus familiares, transferir dinero a otras cuentas, cancelar digitalmente lo que necesiten, créditos de libranza y otros servicios que no significarán sobrecostos ni trámites engorrosísimos.
El presidente del Banco Unión, Juan Pablo Cruz López es también caleño de agüepanela y Tres Cruces y no es ninguna importación. Hizo una larga carrera en Giros y Finanzas y le correspondió liderar este ‘giro’ girando un cheque en blanco por el optimismo, la esperanza, la confianza y por el futuro de nuestra región y nuestro país.
¡Estoy seguro que ese cheque no saldrá chimbo!