La crisis que estalló tras el tenso y televisado consejo de ministros expuso las fracturas en el gobierno de Gustavo Petro: siete altos funcionarios renunciaron irrevocablemente y solo tres han sido reemplazados, la emergencia en Catatumbo continúa sin una respuesta estatal efectiva y las disputas internas entre funcionarios claves agravan la situación.
Todo esto se ha visto agravado por la ausencia del jefe de Estado, quien estuvo esta semana en una gira por Emiratos Árabes, dejando un vacío en la gestión del país. Analistas coinciden en que no es posible recomponer la administración, ya que, según ellos, el Presidente ya no gobierna, sino que se encuentra enfocado en su campaña electoral.
Una administración que ya no gobierna
Carlos Andrés Arias Orjuela, profesor de la Universidad Javeriana y consultor en comunicación política, no duda en afirmar que lo que está sucediendo en el gobierno de Petro no puede considerarse como una administración: “No hay administración. Gustavo Petro hace más de un año dejó de gobernar y está en campaña”.
Según Arias, la crisis interna que hoy se vive es una consecuencia de un gobierno que abandonó su misión principal. Señaló que, si bien Petro se ha mantenido activo en su agenda internacional, su prioridad parece estar en posicionarse para las elecciones de 2026 y no en resolver los problemas internos del país.
“Lo que está sucediendo en Colombia confirma lo que yo venía planteando: Petro no está gobernando, está en campaña”, enfatizó.
De acuerdo con el experto, el gabinete actual parece estar configurado no para gobernar, sino para mantener la estructura política de Petro de cara al futuro, lo que no resuelve las crisis actuales que enfrenta el país.
La crisis de gobernabilidad
Luis Fernando Trejos Rosero, profesor de la Universidad del Norte, también coincide en que las fracturas internas del gobierno ya eran evidentes antes del Consejo de Ministros.
Sin embargo, lo que ocurrió en ese encuentro expuso públicamente las tensiones que venían gestándose: “Es una fractura que no se produjo el día del Consejo de Ministros, pero que quedó expuesta en esa reunión”.
Trejos señala que la crisis no solo afecta la gobernabilidad, sino también la ejecución de reformas cruciales, como la reforma a la salud, que aún se encuentra en discusión en el Congreso.
“Cada vez que hay un cambio en un ministerio o en un departamento administrativo, se produce un traumatismo”, explicó Trejos.
Según el profesor, la falta de continuidad en la administración dificulta cualquier avance, sobre todo cuando los nuevos ministros carecen de experiencia previa en el cargo.
¿Es posible recomponer el gobierno?
La respuesta de los expertos es clara: recomponer el gobierno de Petro parece un desafío casi insuperable. Trejos concluyó que, en la práctica, al gobierno le queda poco tiempo para ejecutar su plan de desarrollo, destacando que, con la salida de funcionarios clave, las posibilidades de recuperación se reducen considerablemente.
“A este gobierno en la práctica le queda el 2025 para ejecutar, pero veo muy difícil que logren recomponer la administración”, afirmó.
Por su parte, Enrique Serrano López, politólogo y profesor de la Universidad del Rosario, también se muestra escéptico sobre la viabilidad de una recomposición.
Para Serrano, la falta de una gestión coherente y la constante reconfiguración del gabinete, sin un proyecto claro de gobierno, son señales de que el gobierno de Petro nunca logró consolidarse: “Nunca abrió un gobierno”.
La crisis del Catatumbo y la frustración con la paz total, cuyo fracaso ha sido reconocido por el propio Petro, son reflejos de un proyecto que no cumplió sus promesas y que ya está dando señales claras de su colapso.
“Petro falló como gobernante. Triunfó como político, pero perdió como gobernante”, concluyó el politólogo, quien también advirtió sobre el daño que esta crisis podría generar a la izquierda en las futuras elecciones. “Lo que avanzó la izquierda en los últimos 15 años, Petro lo devolvió en términos de gobernabilidad”, subrayó.
El análisis de los expertos es unánime: la crisis interna del gobierno no solo afecta su capacidad de gestión, sino que también pone en riesgo la estabilidad política del país.
Con las elecciones de 2026 a la vista, la izquierda podría enfrentar un duro golpe en términos de gobernabilidad, pues muchos de sus aliados comienzan a tomar distancia del proyecto político de Petro.
La administración de Petro, según los expertos cada vez más desconectada de la realidad, enfrenta un camino cada vez más difícil para recuperar la confianza de la ciudadanía y garantizar la estabilidad del país en un contexto de creciente polarización.
Con información de Colprensa.