Política
El polémico camino que recorrió Armando Benedetti para ser el jefe de despacho de Gustavo Petro
Benedetti tiene varias investigaciones, sin embargo, algunos expertos creen que el hecho de tener múltiples procesos judiciales no lo inhabilita para seguir en el Estado.
![Resumen política 2024](https://www.semana.com/resizer/v2/RBNBBI4NWVD3TB5OVINM7IXXBQ.jpg?auth=89c3288ec744e324911452c72eba52ba8ea378b7625255a69592a4bbd4eb1e24&smart=true&quality=75&width=1280&height=720)
Armando Benedetti, actual jefe de despacho del presidente Gustavo Petro, no solo enfrenta el rechazo de algunos funcionarios del Gobierno, actuales y retirados, sino que sigue en la mira de la Corte Suprema de Justicia, donde reposan siete investigaciones en su contra.
Como congresista Benedetti apoyó al expresidente Álvaro Uribe, y a su sucesor Juan Manuel Santos. En 2022, Petro lo nombró gerente de su campaña como parte de una estrategia para llegar al poder respaldado por sectores de la política tradicional.
Tras el inicio del actual gobierno, Benedetti fue nombrado embajador ante Venezuela. Pero en un giro dramático se convirtió en un hombre incómodo para el gobierno, pues el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo incluyó en una investigación por presuntas violaciones a los límites de gastos en la carrera a la presidencia.
Por aquellos días la prensa filtró algunas de sus conversaciones telefónicas con la mano derecha de Petro y hoy canciller, Laura Sarabia, en las que la insultaba y le aseguraba que si contaba la verdad “todos” iban a ir a prisión.
La investigación del CNE sobre los libros contables de la campaña está en curso y podría repercutir en un juicio político si llega al Congreso. Petro, por su parte, asegura que se trata de un intento de “golpe de Estado”.
Benedetti salió de Caracas y meses después fue nombrado como embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma. En España protagonizó un escándalo, pues su esposa, Adelina Guerrero, lo denunció en ese país por supuestamente tomar un cuchillo y amenazarla con hacerle daño, situación por la que también fue investigado.
Pero pese a estos escándalos y a sus adicciones, se mantuvo en el gobierno. El primer canciller del gobierno, Álvaro Leyva, ya lo había tildado de “drogadicto” y su reemplazo, Luis Gilberto Murillo, le abrió un proceso disciplinario por la supuesta agresión a su pareja, que no quedó en nada.
![Los audios de Armando Benedetti a Laura Sarabia](https://www.semana.com/resizer/v2/2JPD457L2VHXZA55G3S6TFKT3U.jpg?auth=81ed778ca902e0aa1d156d724d785407864962dd500a65fc0a47729d961b3c87&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
Este mes de febrero, Benedetti volvió a ser protagonista por dos hechos: su nombramiento como jefe de despacho desató una crisis ministerial. La Vicepresidenta, Francia Márquez y la saliente ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, expresaron su rechazo a que el alfil de Petro estuviera en el alto cargo.
Entre el pelotón que chocó contra Benedetti estuvo Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección, UNP, quien lo acusó de haber tenido un encuentro, durante la campaña del presidente Petro, con alias Papá Pitufo, el mayor contrabandista del país.
Una nueva bomba estalló tras esa revelación. El propio Petro reconoció que el traficante entregó dinero al estratega político catalán Xavier Vendrell, pero asegura que él le dio la orden de devolverlo cuando se enteró.
“Toca seguir aclarando: nunca hubo una reunión con ningún zar del contrabando en la que yo participara. No lo conozco y nunca he tenido ninguna relación con él. Es por esto que decidí llevar el tema ante las autoridades para que sea la justicia quien aclare la situación ante el país”, dijo el jefe de despacho esta semana en X.
Pero eso no es todo lo que debe aclarar Armando Benedetti, ahora la Corte Suprema de Justicia lo acusó por tráfico de influencias, por su presunta intervención en la asignación de contratos del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), un proceso que se remonta a su periodo como miembro del Partido de la U, entre 2016 y 2017.
Este caso se suma a los siete procesos que Benedetti tiene abiertos en el alto tribunal, de los cuales cuatro ya han avanzado a la fase de investigación formal y tres siguen en indagación.
![Gustavo Petro, presidente de Colombia y Armando Benedetti, jefe de despacho](https://www.semana.com/resizer/v2/TKKCLJ4FG5AR7EUIU763HZ6GQM.jpg?auth=a145e1a953bece6df5c1c77786a7553be6f876f59c7d83bf28d4b3721c35b426&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
¿Podrá salir bien librado?
Hernando Herrera, presidente de la Corporación Excelencia en la Justicia (CEJ), explicó que la acusación por tráfico de influencias presenta una grave implicación legal para Benedetti, especialmente considerando que proviene de la Corte Suprema de Justicia, uno de los principales órganos jurisdiccionales del país.
“La implicación evidente que surge de esto es que existe, bajo la Sala de Instrucción de la Corte, una gran certeza de que el exembajador habría cometido el delito por el cual se le investigaba”, indicó Herrera, quien subrayó la importancia y seriedad de la decisión emitida por el alto tribunal.
El jurista destacó que la situación judicial de Benedetti plantea un dilema para el presidente Gustavo Petro, quien en su campaña electoral había prometido un gobierno libre de personas involucradas en graves delitos.
Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, opina que el hecho de tener múltiples procesos judiciales no inhabilita a Benedetti para continuar en su cargo, ya que en Colombia la sola apertura de un proceso judicial no lo descalifica de manera automática.
Sin embargo, de ser condenado, las consecuencias serían graves: “Si eventualmente él resulta condenado, al ser un delito doloso contra la administración pública, está excluido de cualquier beneficio, por lo que terminaría pagando en prisión”, agregó Bernate.
Para Germán González, consultor y analista político, Benedetti sigue teniendo un margen de maniobra para mantenerse en el poder, en gran parte gracias a su capacidad de manejo dentro del sistema judicial y a las presiones políticas que podría ejercer sobre los magistrados. “El hecho que Petro lo haya nombrado jefe de despacho es señal de que Benedetti está lejos de ser un ‘muerto político’ por sus procesos en la Corte”, dijo González.
Sin embargo, reconoció que si bien Benedetti tiene una fuerte influencia política, debido a su rol en la campaña presidencial de 2022, y su conexión con distintos sectores del poder, su situación judicial y los escándalos a su alrededor generan una resistencia creciente dentro del Gobierno y la sociedad.
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