En esta época de Cuaresma, los buñuelos se convierten en un manjar infaltable en los hogares colombianos. Su textura esponjosa, sabor dulce y aroma, evocan recuerdos de antaño y transportan a las familias a las mesas de sus abuelos.
Preparar buñuelos de Cuaresma es una experiencia culinaria sencilla y gratificante. La receta tradicional, que se ha transmitido de generación en generación, requiere pocos ingredientes y pasos fáciles de seguir.
Ingredientes:
- 250 ml de leche
- 50 g de mantequilla
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 1 ralladura de naranja
- 150 g de harina de trigo
- Aceite para freír
Preparación:
- En una olla, calentar la leche con la mantequilla hasta que se derrita.
- Retirar del fuego y agregar el huevo, la sal, el azúcar y la ralladura de naranja. Mezclar bien.
- Añadir la harina de trigo poco a poco, mientras se revuelve con una cuchara de madera, hasta obtener una masa homogénea y espesa.
- Con una cuchara mojada en aceite, tomar pequeñas porciones de masa y dejarlas caer en el aceite caliente.
- Freír los buñuelos por ambos lados hasta que estén dorados.
- Retirar del fuego y escurrir el exceso de aceite sobre papel absorbente.
- Espolvorear con azúcar y canela al gusto.
Consejos:
- Para obtener buñuelos más esponjosos, se puede agregar una pizca de levadura química a la masa.
- Si la masa está demasiado espesa, se puede añadir un poco más de leche.
- Es importante controlar la temperatura del aceite para que los buñuelos no se quemen.
- Los buñuelos se pueden servir calientes o fríos, acompañados de chocolate caliente, café o leche.
Los buñuelos de Cuaresma son más que un simple postre. Son una tradición que une a las familias y evoca sentimientos de nostalgia y alegría. Su sabor dulce y textura esponjosa son un deleite para el paladar, un regalo perfecto para disfrutar en esta época de recogimiento espiritual.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.